jueves, 5 de diciembre de 2013

INCLUYE DIOS EN LA SALVACION ¿AL MUNDO ENTERO?


En el versículo de san Juan 3:16 la palabra de DIOS nos dice que DIOS amo a todo el mundo. Si esto es así entonces, porque hay elegidos o escogidos ¿como es posible? que salve solo algunos.

Veamos un texto que aparentemente invita a todo el mundo a ser salvos, Juan 3:16-17 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. 

Son muchos los estudiantes de las Escrituras que han tratado de contestar esta aparente contradicción a través de los años de la iglesia, el texto de Juan y algún otro aparentemente contradicen toda la enseñanza al respecto que contiene la palabra de Dios, en definitiva son tres textos contra todo el resto de la Biblia:

La Biblia enseña como leemos en Juan 3:16 que “Dios amó al mundo” y al mismo tiempo que Dios “ha escogido desde el principio para salvación” a algunas personas.

La iglesia está prácticamente dividida en dos bandos cuando se trata de este asunto. Unos creen que la salvación depende del libre albedrío del hombre mientras que otros dicen que depende de la elección soberana de Dios.
¿Cómo hemos entender esto? Pienso que el problema está en cómo vemos la palabra “mundo” ¿Qué quiso decir Juan cuando dijo que “Dios amó al mundo”? La palabra mundo, de la manera en que es utilizada en la Biblia, particularmente en el Nuevo Testamento, tiene varios significados:

Es una referencia al mundo cosmológico, es decir al planeta tierra (Mateo 3:28; Mateo 16:26) 
Es una referencia al sistema terrenal donde se mueven los hombres sin Dios(Juan 14:27)
Es un referencia al dominio donde Satanás reina (Juan 12:31)
Es una referencia al ‘resto’ de la humanidad, aparte de Israel (Mateo 26:13)
El dominio de la gente bajo el gobierno Romano (Lucas 2:1)
Es una referencia “general” (no total) a la gente de la creación (Juan 1:10)
Es una referencia a solamente a los pecadores (Juan 7:7) 
Es una referencia metafórica para referirse a mucha gente (Juan 12:19) 

Cuando leemos en Juan 3:16 que Dios amó al mundo, ¿se está refiriendo al mundo en su totalidad, es decir, a todas las personas que han vivido, viven y han de vivir en el mundo? Aunque algunos piensan que sí, considero que esa interpretación es improbable ya que más adelante en el mismo libro, Juan relata acerca del momento cuando Jesús, antes de ir a la cruz, hizo una oración sacerdotal por aquellos quienes se beneficiarían de su sacrificio y dice:
Juan 17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos; 

Si el propósito de Dios es salvar “al mundo” por medio de Cristo, o bien fracaso en su intento, ya que no se entiende como Jesús “no rueg[a] por el mundo”, sino por los que el Padre le ha dado y sigue diciendo, que al ser perfeccionados en Cristo, “el mundo” habría de saber que sus discípulos eran amados por Dios:

Juan 17:23 yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.

Pienso que hay dos cosas importantes cuando tratamos de entender a cual perspectiva del mundo se refiere Juan. Primeramente el mundo es visto como un lugar pecaminoso, esto exalta el amor de Dios quien es santo y alejado del pecado, extiende su amor ha una creación corrompida y alejada de El. La maldad del mundo es resaltada desde el comienzo del mismo evangelio de Juan cuando el explica:

Juan 1:9-11 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Juan 3:19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

En segundo lugar debemos ver el mundo como todo aquello aparte de la nación de Israel.

El elitismo racial existente entre los judíos les impedía comprender que Dios pudiera amar aquellos que no eran judíos.

PARA LOS JUDÍOS TODOS LO NO JUDÍOS SERÍAN  EL MUNDO,

Todo el que no era judío, era inmundo (Hechos 10:28) y no podía haber mezcla racial ni religiosa con ellos (Juan 4:9). Para los judíos, los gentiles eran “pecadores” y estaban “sin Dios y sin esperanza en el mundo.” El apóstol Juan (junto con los demás escritores del NT) rompe con esa idea al decir que “Dios amó al mundo de tal manera que dio a su Hijo por el.”

Esa es la misma idea que Pablo quiere hacer entender en la carta a los Romanos :
Romanos 3:29 ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles.

Juan también hace este mismo énfasis cuando dice lo siguiente:

1 Juan 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo 

Si los pecados del mundo entero en su totalidad fueron propiciados por el sacrificio de Cristo, Juan no tendría porque decir esto, pero cuando entendemos la distinción que los judíos hacían entre ‘ellos’ y ‘el resto del mundo’, esta expresión de Juan se hace clara
.
¿Significa eso, como interpretan algunos, que “todos fueron escogidos”? Creo firmemente que la biblia es muy clara en cuanto a que la elección no es total, es decir, no todos los hombres son elegidos:

1 Corintios 1:21-29 Y ya que en la sabiduría de Dios, el mundo por sabiduría no conoció a Dios; agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.22 Porque los judíos piden señal, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los griegos locura; 24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 26 Pues mirad, hermanos, vuestro llamamiento, que no muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles son llamados. 27 Antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es; 29 para que ninguna carne se jacte en su presencia. 
Por lo tanto, la mejor manera de interpretar Juan 3:16 es viéndolo primeramente como una ‘inclusión’ del resto del mundo en los planes salvíficos de Dios. Aquellos que Dios ha escogido, vienen a Cristo por medio de la fe y son hechos parte de la iglesia, ellos, aunque están en el mundo cosmológico, no son “parte del sistema del mundo”, ni pertenecen al dominio del diablo. Al contrario, son odiados por el mundo:

Juan 15:19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no sois del mundo, sino que yo os escogí de entre el mundo, por eso el mundo os odia.

Cuando leemos las carta a los Romanos no podemos dejar de notar la firmeza con la que Pablo trata el trato de Dios con los escogidos en el capitulo ocho. Pablo después de presentar en grandes pasos el camino de los escogidos de principio a fin (pre-conocimiento, predestinación, llamamiento, justificación y glorificación) en los verso 30 y 31, dice que nada ha de separar a los escogidos del amor de Dios; y sigue diciendo que Cristo fue entregado por Dios por nosotros, “los escogidos de Dios” (verso 32-33.)
Esto por supuesto nos lleva a otro tema que es razón para el debate; los que fueron escogidos, ¿Por qué lo fueron y los otros por qué no fueron? Es claro que Dios no ha escogido a todo el mundo sino a cierta parte del mundo. Ante esta pregunta algunos interpretan que Dios amó a todo el mundo pero que solamente escogió los que Él sabía que iban a creer, sin embargo esa idea, aunque suena razonable no se ajusta a la revelación bíblica que declara que los escogidos fueron elegidos “para”ser salvos por medio de la fe, y para “obedecer” (creer) al evangelio”: 
2 Tesalonicenses 2:13 Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. 
Si leemos las partes resaltadas vemos que dice “Dios os ha escogido… para salvación mediantes… fe a la verdad”. Miremos una cita similar dicha por Pedro:
1 Pedro 1:1 Pedro, apóstol de Jesucristo: A los expatriados, de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos 2 según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas. 
Otra vez, si leemos las partes resaltadas vemos que Pedro dice “A los expatriados,… elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre…para obedecer (creer) a Jesucristo y ser rociados con su sangre.” Esta realidad hace muy improbable una elección basada en fe prevista ya que los escogidos fueron “elegidos para salvación mediante la fe en la verdad” y “para obedecer a Jesucristo”.
Conclusión
A manera de conclusión debo declarar que aunque la Biblia enseña firmemente la verdad de la elección incondicional de algunos para salvación eterna, no nos toca a nosotros ir más allá de eso. En el secreto de Dios permanece quien es y quien no es escogido para salvación. La responsabilidad de ‘todo’ aquel que predica el evangelio no es investigar si este o aquel oyente es escogido sino predicar a todos indiscriminadamente y hacer todo lo posible por alcanzar los pecadores para el reino de los cielos.

Al mismo tiempo, la responsabilidad principal de ‘todo’hombre, mujer, joven o niño que escucha el evangelio, no es investigar si es o no es escogido, sino CREER al evangelio

martes, 15 de octubre de 2013

LA TEOLOGÍA DEL PACTO

 
¿QUE ES? LA TEOLOGÍA DEL PACTO

La Teología del Pacto enseña la unidad de las Escrituras y el Pacto de Gracia a través de toda la historia. Contempla los pactos como una especie de sub-pactos de un mismo Pacto de Gracia administrado de formas diferentes pero el mismo en esencia y con los mismos principios.

Hace poco hablaba con unos hermanos Bautistas Particulares y me decían que creían en la Teología d...el Pacto pero que no creían en el Bautismo de niños. Esto para mí fue algo extraño. No entendía que no entendieran y que se les hiciera tan difícil entender la similitud de los pactos si veíamos y entendíamos que era el mismo solo con maneras externas distintas.

Con el tiempo descubrí que los llamados "Bautistas Reformados" tenían su propia Teología del Pacto diferente a la heredada de la Reforma para así mantenerse como credobautistas y confundir
 a aquellos que quieren seguir los postulados verdaderos de la Reforma.

Esta falsa Teología del Pacto es lo más parecido al dispensacionalismo progresivo, amputa la Escritura, rompe con su unidad y pasa por encima los Pactos antiguos para pasar del Pacto de Redención, elaborado en la eternidad, para traerlo al Evangelio, ignorando los pactos previos y la luz que emanan de ellos, es algo así como pegar un salto de garrocha desde Abraham hasta cristo olvidando o ignorando todo lo que ocurrió en medio de estos dos lugares

  Por este motivo, ignorando el Pacto Eterno de Abraham con su señal sobre los niños bajo la circuncisión, y reemplazado en el evangelio por el bautismo, deducen bajo una interpretación aislada y letrista del Nuevo Testamento que solo los adultos profesantes se pueden bautizar.

Para mayor engaño lo han querido convertir en una especie de pugna entre presbiterianos y bautistas reformados ¡Nada más lejos de la verdad! La Reforma es mucho más que denominaciones y su teología es clara, por no hablar de la inconsistencia de autodenominarse "Bautista Reformado", porque la Reforma en sí rechazó a aquellos que rechazaban el bautismo de los niños de padres cristianos. Es como autodenominarse pentecostal y decir que no cree en la vigencia de las lenguas o las imposiciones de manos para sanidad divina.

Con todo, sobra decir que quien quiera seguir esta forma de Teología del Pacto es libre de hacerlo, pero es necesario que todos sepan que no es la verdadera Teología del Pacto heredada de la Reforma bajo el fundamento de los apóstoles y profetas de nuestro Señor Jesucristo


El "Nuevo Pacto" no es "otro" Pacto en sí mismo, sino el mismo Pacto de Gracia administrado de manera que para los judíos sería novedosa, pero que en sí es el mismo pacto eterno de Abraham. Incluso el mismo Pacto Sinaítico  (Moises) era de Gracia, solo que administrado bajo sombras y figuras. Si entendemos esto, hemos entendido mucho.

El viejo pacto (envejecido o a punto de desaparecer) dice Pablo quiere decir que ya Dios no trabajaría con signos y símbolos que apuntaban a Cristo sino que en el Nuevo Pacto el Verbo ya estaría presente por su encarnación, y que los sacrificios de animales que apuntaban a Cristo sería hecho por Cristo mismo como el Cordero de Dios.

Y así otras muchas cosas, como el sacerdocio de Aarón, que sería reemplazado por el Sacerdocio eterno de Cristo.

«Hermanos, hablo en términos humanos: Un pac...to, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.»
(Gálatas 3:15-17 RV1960)
Para concluir cito la Confesión Reformada de Westminster:

7. Del Pacto de Dios con el hombre
V. Este pacto era ministrado de un modo diferente en el tiempo de la ley y en el del Evangelio. Bajo la ley se ministraba por promesas, profecías, sacrificios, la circuncisión, el cordero pascual y otros tipos y ordenanzas entregados al pueblo judío; y todos señalaban al Cristo que había de venir, y eran suficientes y eficaces en aquel tiempo por la operación del Espíritu Santo, para instruir y edificar a los elegidos en fe en el Mesías prometido, por quien tenían plena remisión de pecado y salvación eterna. A este pacto se le llama el Antiguo Testamento.
 

Juan Sanabria Cruz
- Pastor -

viernes, 30 de agosto de 2013

LAS SETENTA RESOLUCIONES DE Jonathan Edwards




 



 

Estoy apercibido de la realidad de que soy incapaz de hacer cualquier cosa sin la ayuda de Dios, humildemente le pido que por su gracia que me permita mantener estas resoluciones, hasta el punto que estén de acuerdo con Su voluntad, por causa de Cristo.


Recuerda leer estas resoluciones una vez a la semana.

1.Tomo la resolución de que voy a hacer todo aquello que piense que sea más para la gloria a Dios, y mi propio bien, beneficio y placer, durante mi tiempo; sin ninguna consideración del tiempo, ya sea ahora, tras millares de años. Me resuelvo hacer cualquier cosa que sea mi tarea, y deber para el bien y la ventaja de la humanidad en general. Tomo la resolución, de hacer esto sin importar cualquier dificultad que se me presente, ni cuantas ni que tan grandes puedan ser.

2.Tomo la resolución de estar continuamente dedicado a encontrar algunas nuevas ideas o inventos para promover las resoluciones antes mencionadas.

3.Resuelvo que si alguna vez caigo o me vuelvo perezoso de tal manera que falle para no mantener estas resoluciones, me arrepentiré de todo lo que pueda recordar, cuando recupere mi sensatez.

4.Resuelvo, nunca hacer ninguna clase de cosas, ya sea en el alma o cuerpo menos o más, que tienda a aminorar la gloria de Dios.

5.Resuelvo nunca perder ni un momento de tiempo, sino aprovecharlo en la forma que más redituable que sea posible.

6.Resuelvo vivir con todas mis fuerzas mientras viva.

7.Tomo la resolución de nunca hacer nada que me daría miedo hacer si se tratara de la última hora de mi vida.

8.Resuelvo, actuar en todos los aspectos, tanto en lo que hablo o hago, como si nadie hubiera sido tan vil como yo, y como si hubiera cometido los mismos pecados, o hubiera tenido las mismas defectos o fallas que los demás; y permitiré que el conocimiento de sus errores promueva ninguna otra cosa sino vergüenza para mí y mostrara  sólo una ocasión para confesar mis propios pecados y miseria a Dios. Julio 30

9.Tomo la resolución de pensar mucho, en todas las ocasiones, acerca de mi muerte, y estar atento a todas las circunstancias que van a ligadas a esa realidad.

 
10. Me resuelvo cuando sienta dolor, pensar en los dolores del martirio y del infierno.

 11. Tomo la resolución Cuando pienso en cualquier teorema de la divinidad que haya que resolver, de inmediato hacer lo que pueda para resolverlo, si las circunstancias no me lo impiden.

 12. Tomo la resolución de que si me deleito en algo como una gratificación para mi orgullo, o vanidad, o en cualquier medida, inmediatamente la rechazaré.

 13. Me determino que me esforzaré por encontrar objetos adecuados para ser generoso y caritativo.

 14. Me determino, a nunca hacer ninguna cosa por venganza.

 15. Me determino a jamás permitirme ni la más mínima emoción de ira hacia seres irracionales.

 16. Me determino a nunca hablar algo malo de alguien, que podría tender a la deshonra, ni menos o más, a excepción de hablar solo lo realmente bueno.

 17. Tomo la resolución que viviré de tal forma que hubiera deseado hacerlo cuando me muera.

 18. Estoy resuelto a vivir, en todo tiempo, como pienso es lo mejor en mis conceptos más devotos, y cuando tengo las nociones más claras de las cuestiones del evangelio, y del mundo por venir.

 19. Estoy resuelto a nunca hacer nada que tuviera miedo hacer, si yo supera que no faltara más de una hora para escuchar la trompeta final.

 20. Tomo la resolución de mantener la más estricta moderación en el comer y beber.

 21. Estoy resuelto nunca hacer nada que yo podría ver en alguien más, me diera la ocasión para despreciarlo, o pensar en cualquier forma mal en cuanto a él.
22. Me determino a dedicarme a obtener tanta felicidad para mí en el otro mundo como me sea posible, con el poder, fuerza y vigor, la violencia, de que soy capaz de hacer, o puedo llegar yo mismo a ejecutar, en cualquier forma que se pueda pensar.

 
23. Estoy resuelto con frecuencia a tomar alguna acción deliberada, la cual parece ser lo más adecuado hacer, para la gloria de Dios, y rastrearla a su intención original, los diseños, y fines de ella; y si encuentro que no sea para la gloria de Dios, juzgarla como una violación de la Cuarta resolución.

 
24. Estoy resuelto, que cada vez que haga algo visiblemente malo, seguiré su rastro hasta llegar a la causa que la originó; y luego cuidadosamente dedicar todo mi esfuerzo a no hacerla más y luchar y orar con todas mis fuerzas contra la causa de eso.

 25. Tomo la resolución de examinar cuidadosa y constantemente, que cosa en mí es la que me provoca duda en lo más mínimo del amor de Dios; y entonces dirigir toda mi fuerza contra ella.

 26. Estoy resuelto a deshacerme de toda cosa que descubra que contrista mi certeza.

 27. Me determino a nunca omitir voluntariamente alguna cosa, excepto que la omisión sea para la gloria de Dios; y frecuentemente examinar lo que dejo de hacer.

 28. Estoy resuelto a estudiar las Escritura tan firmemente, constantemente y con frecuencia, al punto de que pueda encontrar y plenamente percibir, que estoy creciendo en el conocimiento de ella.

 29. Estoy resuelto a nunca dejar de contar que una oración, ni dejarla que considere como una oración, ni como una petición de oración, la cual sea hecha que yo no pueda esperar que Dios responderá; ni una confesión en la cual no pueda esperar que Dios aceptará.

 30. Estoy resuelto, a hacer todo lo posible cada semana para ser llevado más alto en la religión [vida cristiana], y a un más alto ejercicio de la gracia, de lo que fue la semana anterior.

 31. Estoy resuelto a nunca decir nada en absoluto contra nadie, sino cuando está perfectamente de acuerdo con el más alto grado de honor cristiano, y el amor por la humanidad, agradable a la más baja humildad y al sentido por mis propias faltas y defectos, y de acuerdo con la regla de oro; a menudo, cuando diga algo contra cualquier persona, para llevarlo, e intentar que estrictamente pase por el examen de la presente resolución.

 32. Estoy resuelto a ser estricta y firmemente fiel a la clase de confianza como la del hombre de Proverbios 20:6 “Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?” Y que no se cumpla solo parcialmente en mí.

 33. Tomo la determinación a hacer siempre lo que pueda para hacer, mantener, y preservar la paz, cuando pueda ser realizado sin perder el equilibrio en detrimento de otros aspectos. Diciembre 26, 1722.

 34. Estoy resuelto, que en las narraciones, nunca hablar otra cosa sino la verdad pura y simple.

 35. Estoy resuelto, que toda vez que me cuestione si he cumplido con mi deber, de tal manera que mi tranquilidad y reposo estén perturbadas, que la tranquilizaré y también como resolver la cuestión. Diciembre 18, 1722

 36. Estoy resuelto a nunca hablar mal de nadie, a menos que tenga alguna buena reconvención que comunicar. Diciembre 19, 1722

 37. Estoy resuelto a indagar todas las noches, al ir a la cama, en que cosas he sido negligente, – que pecado he cometido, y en que me negado a mí mismo; también al fin de cada semana, mes y año. Diciembre 22 y 26, 1722

 38. Estoy resuelto a nunca pronunciar ninguna cosa festiva, o asunto de risa, del día del Señor, tarde del sábado. Diciembre 23, 1722.

 39. Estoy resuelto a nunca hacer nada, en lo que cuestione la legalidad, mientras que intento al mismo tiempo considerar y examinar después, si fue legal o no; a menos que dudara mucho de la legalidad de la omisión.

 40. Tomo la resolución a investigar antes de ir a la cama, si he actuado de la mejor manera que podía hacerlo, con respeto a comer y beber. Enero 7, 1723.

 41. Estoy resuelto a preguntarme a mí mismo, al fin de cada día, semana, mes y año, en donde podría posiblemente haberlo hecho mejor en cualquier aspecto. Enero 11, 1723

 42. Estoy resuelto más frecuentemente a renovar la dedicación de mí mismo a Dios, la cual fue hecha en mi bautismo, el cual renové solemnemente cuando fui recibido a la comunión de la iglesia, y la cual solemnemente he vuelto a hacer el día de hoy 12 de Enero de 1723.

 43. Estoy resuelto, de aquí en adelante, hasta que me muera, a nunca actuar como si fuera mi propio dueño, sino entera y completamente soy de Dios porque será agradable ser hallado así 12 de Enero de 1723

 44. Hago la resolución que ningún otro fin sino la religión [relación con Dios] tendrá ninguna influencia en absoluto en mis acciones; y que ninguna acción se llevará a cabo, bajo ninguna circunstancia con un propósito que no sea este. Enero 12, 1723.

 45. Hago la resolución de no permitir ningún placer o codicia, gozo o tristeza, ni ningún grado de afecto, ni ninguna circunstancia relativa a la misma, sino a aquellas que ayude a la religión (Vida cristiana). Enero 12 y 13 1,723.

 46. Estoy resuelto a nunca permitir ni en una pequeña medida el entristecimiento o inquietud en cuanto a mi padre o madre. Resuelvo no permitir tales efectos aún ni en la alteración de la voz, o movimiento de mis ojos; y ser especialmente cuidadoso de ello en cuanto a cualquiera de nuestra familia.

 47. Estoy resuelto a esforzarme hasta lo máximo para negar todo aquello que no sea sumamente agradable para un bien universal, dulce y benevolente, quieto, pacífico, satisfecho y tranquilo, compasivo y generoso, humilde y manso, sumiso y servicial, diligente y laborioso, caritativo y aún paciente, moderado, perdonador y sincero, con templanza, y hacer en todo tiempo aquello a lo que este tipo de carácter me guie; y a examinar estrictamente, al final de cada semana, si lo he hecho así. Sábado por la mañana, 5 de Mayo de 1723.

 48. Estoy resuelto a constantemente, con el mayor esmero y diligencia, y el escrutinio más estricto, observar detenidamente el estado de mi alma de manera que pueda saber si tengo verdaderamente un interés en Cristo o no; para que cuando yo muera, no sea encontrada ninguna negligencia con respecto a esto de lo que tenga que arrepentirme. 26 de Mayo de 1723.

 49. Estoy resuelto a que esto nunca acontezca, si puedo evitarlo.

 50. Estoy resuelto a que yo actuaré así, como pienso, de la misma manera juzgaré lo que haya sido mejor y más prudente cuando venga al mundo futuro. 5 de Julio de 1723.

 51. Estoy resuelto a que actuaré así, en cada aspecto, de la forma en que pienso que yo desearía haberlo hecho, si yo fuera al final condenado. 8 de Julio de 1723.

 52. Estoy resuelto a frecuentemente oír a personas de edad avanzada decir cómo hubieran vivido si pudieran vivir de nuevo sus vidas; Resuelvo .Que viviré así como pienso que yo desearía haberlo hecho, suponiendo que viva hasta una edad avanzada. 8 de Julio de 1723.

 53. Estoy resuelto a mejorar cualquier oportunidad, cuando esté en el mejor y más feliz estado mental, para derramar y confiar mi alma en el Señor Jesucristo, para esperar y depositarme en él, y consagrarme completamente a él; que de esta manera yo pueda estar seguro de mi salvación, sabiendo que he confiado en mi Redentor. 8 de Julio de 1723.

 54. Estoy resuelto a que siempre que oiga que se está hablando algo en alabanza para alguna persona, si yo pienso que eso sería en mí, digno de alabanza, yo debería esforzarme en imitarlo.

 55. Resuelvo. Empeñarme al máximo, para actuar así, de la manera que pienso que debería hacerlo, si ya hubiera visto la felicidad del cielo y los tormentos del infierno. 8 de Julio de 1723.

 56. Estoy resuelto a nunca detenerme, ni ablandarme en lo más mínimo en mi lucha con mis corrupciones, no importando si no he podido lograrlo.

 57. Estoy resuelto a cuando tenga temor las desgracias y adversidades, deberé examinar si he realizado mi deber, y determinado el hacerlo y dejar que el evento sea solamente como la Providencia lo ordene, Yo, tanto como me sea posible, no me preocuparé por nada, sino por mi deber y mi pecado 9 de Junio y 13 de Julio de 1723.

 58. Estoy resuelto a no solo refrenarme en la conversación, de un aire de desaprobación, enojo e ira sino manifestar un aire de amor, alegría y benignidad 27 de Mayo y 13 de Julio de 1723.

 59. Estoy resuelto a cuando estoy más consciente de las provocaciones de la naturaleza enfermiza y de la ira, que lucharé con más fuerza para sentir y actuar con bondad natural; sí, en tales momentos, manifestar benevolencia, aunque yo pienso que en otros aspectos sería desventajoso, o imprudente. 12 de Mayo y 11 y 13 de Julio.

 60. Estoy resuelto a que siempre, cuando mis sentimientos comiencen a aparecer fuera de orden, cuando esté consciente de la menor inquietud dentro de mí, o la más mínima irregularidad yo entonces me someteré a mí mismo al más estricto examen. 4 y 13 de Julio de 1723.

 61. Estoy resuelto a que no daré ocasión a que la negligencia que encuentro en mí afloje mi mente de estar completamente llena y firmemente colocada en la religión [relación con Dios],  tampoco daré ocasión a cualesquier excusa que pueda yo buscar, y que mi negligencia me incline a pensar que es mejor hacer. 21 de Mayo y 13 de Julio de 1723.

 62. Estoy resuelto a nunca hacer nada excepto mi deber, y hacerlo de acuerdo a Efesios 6:6-8, hacerlo voluntaria y alegremente, como delante del Señor y no de los hombres; sabiendo que el bien que cada uno hiciere ese recibirá del Señor. 25 de Junio y 13 de Julio de 1723.

 63. Estoy resuelto a en el supuesto de que no hubiera sino un individuo en el mundo, que fuera apropiada y completamente un Cristiano, en todo aspecto, ya sea de un temple correcto, haré que cristianismo siempre brille con su verdadero esplendor siendo excelente y amable, desde cualquier punto de vista y carácter: Resuelvo: Actuar así como lo haría si luchara con toda mi fuerza para ser ese uno, quien viviera en mi tiempo. 14 de Enero y 13 de Julio de 1723.

 64. Estoy resuelto a cuando sienta estos gemidos indecibles de los cuales habla el apóstol y aquellos suspiros del alma de desear sus juicios en todo tiempo de los que hace mención el salmista en el Salmo 119:20 que los alentaré con toda mi fuerza y no me cansaré de empeñarme encarecidamente en dar lugar a esos deseos, ni a continuar repitiendo  tales anhelos. 23 de Julio y 10 de Agosto de 1723.

 65. Estoy resuelto a ejercitarme mucho en esto, toda mi vida, con la mayor apertura de que soy capaz, el declarar mis caminos a Dios y mantener mi alma abierta para él, todos mis pecados, tentaciones, dificultades, penas, temores, esperanzas, deseos, todas las cosas, y todas las circunstancias, de conformidad con el sermón sobre el Salmo 119 del Dr. Manton . 26 de Julio y 10 de Agosto de 1723.

 66. Estoy resuelto a que siempre me esforzaré en mantener un aspecto benigno, una forma de actuar y hablar, en todos lugares, y en todas las compañías, excepto si sucediera que los deberes requieran que sea de otra manera.

 67. Estoy resuelto a después de las aflicciones, inquirir, cuan mejor soy por ellas, qué es lo que obtuve de ellas y que podría seguir obteniendo de ellas.

 68. Estoy resuelto a confesarme francamente a mí mismo, todo lo que encuentro en mí ser ya sea enfermedad o pecado; y si ello fuera algo concerniente a la religión, también confesarle todo el asunto a Dios y le imploraré que necesito su ayuda. 23 de Julio y 10 de Agosto de 1723.

 69. Estoy resuelto a siempre hacer aquello que hubiera querido haberlo hecho cuando he visto a otros hacerlo. 11 de Agosto de 1723.

70. Estoy resuelto a siempre dejar que haya algo de benevolencia en todo lo que hable. 17 de Agosto de 1723.


Cristianismo y otros temas de interés





lunes, 12 de agosto de 2013

¿QUIENES FUERON LOS SOFISTAS?

QUIENES FURRON LOS SOFISTAS

Para entender un poco lo que fue el sofismo y cuál era su objetivo les presento un pequeño resumen.

"Los sofistas los primeros hombres de Grecia que comenzaron a enseñar el arte del discurso"

 

La democracia ateniense era una democracia directa, no representativa (como las actuales); es decir, todos los ciudadanos tenían la posibilidad de participar directamente en las decisiones públicas, a través de las frecuentes asambleas populares y tribunales públicos convocados. 

En estas intervenciones públicas, la posibilidad de hacer prevalecer las propias tesis dependía única y exclusivamente de la capacidad expresiva, retórica.

Y aquí intervinieron los sofistas: su principal función (función que realizaban en forma de profesores ambulantes y cobrando un sueldo) consistía en enseñar un nuevo arte: la erístico (de cris, lucha), concebida como el arte de persuadir y argumentar en forma dialéctica; la erística era un procedimiento retórico, discursivo, que enseñaba la capacidad de sostener indiferentemente el pro y el contra de cualquier tesis, sin preocuparse de la verdad o la falsedad de lo defendido. Aunque los sofistas explicaban sus técnicas y procedimientos a todo aquel que tuviera dinero para pagarlo, su objetivo pedagógico primario no era tanto formar al pueblo como educar a los que debían ser caudillos de ese pueblo.

Para conseguir sus objetivos, los sofistas se dedicaron a estudiar profundamente toda una serie de cuestiones gramaticales y lingüísticas.

 El lenguaje adquirió con ellos el carácter de instrumento, 

Enseñaron a los jóvenes atenienses a considerarlo como si fuese un arma, con un objetivo casi agresivo, que consistía en la mayoría de los casos en convencer a los demás para ocupar uno mismo puestos sociales de responsabilidad.

En política, los sofistas fueron los fundadores de la demagogia (conducción del pueblo) y la psicagogia (conducción de almas); en teoría del conocimiento fueron los fundadores del escepticismo (doctrina que niega la posibilidad del conocimiento).

 

Con los sofistas, el hombre y las cosas humanas pasaron al primer plano de la problemática filosófica. 

Eran humanistas; creían que el único saber que merece realmente tal nombre es el saber práctico, útil para el hombre. 

Desde esta perspectiva, rechazaban la filosofía de la naturaleza de los primeros presocráticos.
A partir de sus críticas, los sofistas fundaron el subjetivismo o relativismo («la verdad de la cosa conocida es relativa al sujeto que la conoce»).

Este relativismo subjetivista lo expresó perfectamente Protágoras (480-410 a. de C.): «

El hombre es la medida de todas las cosas».

Los sofistas fueron individuos cosmopolitas, apátridas, que viajaron frecuentemente por todo el mundo conocido. 

En este continuo viajar conocieron grandes cantidades de pueblos, lenguas, costumbres y leyes, lo que los llevó a rechazar de que la idea de que la ley de los hombres era como la ley de la naturaleza, algo eterno, inmutable y universalmente válido.

 

Los sofistas llegan a Corinto.
 

Habiendo entendido este contexto podremos entender las palabras de Pablo a los Corintios en su primera carta ya que la influencia de estos hombres estaba inundando el pensamiento de la Iglesia cristiana.

 

1 Corintios 1:10 -17



Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

:11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.

:12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.


La división existente se debía en mucho a esta influencia sofista ya que algunos se sentían atraídos por la retorica de Apolos. Dice la escritura que él era un hombre elocuente y poderoso en las Escrituras.

Hechos 18:24
Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras.

Es decir cada uno tenia su predicador  "favorito"

En el verso 17  (b) Pablo tenia claro que su micion es predicar a Cristo y NO CON SABIDURIA de hombres.


Esto como mas adelante lo escribe fue una clara referencia al sofismo que hacía gala de la buen retorica.

1 Corintios 2:1-5

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.

: 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

: 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;

: 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,

: 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Pablo sabía que había un peligro en estos cristianos. Dejarse llevar por el sofismo en vez del poder transformador del Espíritu con  la predicación del evangelio. 


El día de hoy se recurre a muchos artilugios para "convencer" a la audiencia, llamese convertirla en un teatro o contando chistes o la elocuencia y a la buena retorica al grado que muchas iglesias mandan a sus diáconos o servidores a tomar cursos de dicción y ya no digamos a los pastores que el día de hoy se preocupan más por ser "elocuentes" y entradores"  hablar más con un buen discurso que lo que la palabra dice. aciendo mas grande al predicador y sus recursos que el mensaje de Dios, Parece que en lugar de tener pastores tenemos "motivadores profesionales" y que en lugar de escuchar el evangelio escuchamos mensajes de "auto ayuda",

En lugar de recibir consejo de la Palabra los pastores dan "terapia". 

En lugar dee a sí mismos siervos de Cristo, buscan obtener un título de "Psicología" No nos extraña Pablo le escribe a Timoteo:

2 Timoteo 4:1-4

Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,

:2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias.

miércoles, 31 de julio de 2013

Los Cinco Puntos del Calvinismo

 

Por W. J. Seaton
(Pastor de la Iglesia Bautista Reformada de Inverness, Escocia)



Prefacio:

Difícilmente hay otra palabra que despierte tanta sospecha, desconfianza y aun animosidad entre quienes profesan el cristianismo, como la palabra Calvinismo. Y sin embargo, el rechazo que brota contra este sistema y contra todos aquellos que lo abrazan y lo predican, es un celo que no es conforme a ciencia. El siguiente artículo ha sido escrito con la esperanza de que mucho del insulto que ha sido arrojado sobre el sistema de teología calvinista sea retirado; y de que la verdad de esta gran enseñanza, la cual fue la columna vertebral de nuestros padres en la fe, y fortaleza de la iglesia en una época mucho más gloriosa que la nuestra, pueda ser vista con claridad.

Introducción

Debemos iniciar en Holanda, en el año de 1610. Jacobo Arminio, un profesor holandés, muere, y sus enseñanzas son formuladas por sus seguidores, conocidos como "arminianos," en cinco puntos principales de doctrina. Hasta ese momento, las iglesias de Holanda, en común con la mayoría de las iglesias protestantes de Europa, habían adoptado las Confesiones de Fe de Bélgica y de Heidelberg, las cuales se apegan a las enseñanzas Reformadas (es decir, calvinistas). Sin embargo, los arminianos querían cambiar esta posición, y presentaron sus cinco puntos en la forma de una queja o protesta ante la Corte holandesa. Los cinco puntos del arminianismo eran los siguientes:

1. El libre albedrío o la capacidad humana. Este punto enseñaba que el hombre, aunque afectado por la caída de Adán, tenía la capacidad espiritual de escoger el bien espiritual, y era capaz de ejercitar la fe en Dios, a fin de recibir el Evangelio, y de este modo obtener por sí mismo la salvación.

2. La elección condicional. Este punto enseñaba que Dios puso Sus manos sobre todos aquellos individuos que sabía, o preveía, que iban a responder al Evangelio. Dios eligió a aquellas personas que Él vio que querrían ser salvadas por medio de su libre albedrío, a pesar de su estado natural caído; por supuesto que, de conformidad al primer punto del arminianismo, este estado no era de caída total o de depravación total.

3. La redención universal o expiación general. Este punto enseñaba que Cristo murió para salvar a todos los hombres; pero sólo de un modo potencial. La muerte de Cristo hizo posible que Dios perdonara a los pecadores, pero únicamente a condición que ellos creyeran.

4. La obra del Espíritu Santo en la regeneración está limitada por la voluntad humana. Este punto enseñaba que el Espíritu Santo, cuando comienza la obra de traer a una persona a Cristo, puede ser eficazmente resistido y Sus propósitos frustrados. No podría impartir vida a menos que el pecador quisiera voluntariamente que esta vida le fuera impartida.

5. La caída de la gracia. Este punto enseñaba que un hombre salvo, podría final y definitivamente perder la salvación. Esto es, por supuesto, el resultado lógico y natural de todo el sistema. Es decir, si el hombre debe tomar la iniciativa en su salvación, es él quien debe retener la responsabilidad del resultado final.

Los cinco puntos del arminianismo fueron presentados al Estado y fue convocado un Sínodo Nacional de la Iglesia para reunirse en Dort, en el año de 1618, para examinar las enseñanzas de Arminio, a la luz de las Escrituras. El Sínodo de Dort sostuvo 154 sesiones durante un período de siete meses, pero al final no se pudo encontrar ninguna base sobre la cual reconciliar el puno de vista arminiano, con lo expuesto en la Palabra de Dios. Entonces, el Sínodo de Dort formuló sus cinco puntos del Calvinismo, para contrarrestar al sistema arminiano, afirmando así la postura sostenida por la Reforma, y formulada por el teólogo francés Juan Calvino. Algunas veces estos puntos son presentados en forma de un acróstico, usando la palabra "TULIP" (en inglés), como sigue:

T Total Depravity (Depravación Total)

U Unconditional Election (Elección Incondicional)

L Limited Atonement (Redención Limitada o Particular)

I Irresistible Calling (Llamamiento Eficaz o Irresistible)

P Perseverance of the Saints (Perseverancia de los Santos)

Como puede verse con facilidad, estos cinco puntos están en completa oposición a los cinco puntos del Arminianismo. El hombre es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo, porque está "totalmente" caído, a causa de la caída en el huerto del Edén. Y si es incapaz de salvarse a sí mismo, entonces Dios debe salvarle. Y si Dios debe salvarle, entonces Dios debe ser libre para salvar a los que Él quiera. Si Dios ha decretado salvar a los que Él quiere, entonces, es por éstos por quienes Cristo hizo expiación en la cruz. Y Si Cristo murió por ellos, entonces el Espíritu Santo les llamará eficazmente a la salvación. Entonces, si la salvación ha venido desde el principio de Dios, también el fin vendrá de Él, y así los creyentes perseverarán para el gozo eterno.

Estos son los así llamados Cinco Puntos del Calvinismo. Vamos a proceder ahora a examinarlos con más detalle, puesto que están basados firmemente en la Palabra de Dios; y fueron sostenidos tenazmente por nuestros antepasados "en la fe que ha sido una vez dada a los santos." Y por aquella fe estamos dispuestos a contender con valor. Veremos la verdad a la cual se refirió Charles Haddon Spurgeon, cuando declaró: "No es ninguna novedad, entonces, lo que estoy predicando; no es una nueva doctrina. Amo proclamar aquellas grandes doctrinas antiguas apodadas Calvinismo, pero que son verdaderamente la verdad revelada de Dios, tal como es en Cristo Jesús."

1. LA DEPRAVACIÓN TOTAL

Al considerar el primero de los cinco puntos principales del Calvinismo, ciertamente lo que debería impresionarnos es el hecho que este sistema comienza con algo que debe ser fundamental en el asunto de la salvación, es decir, la correcta valoración de la condición espiritual de la persona que ha de ser salvada. Si tenemos puntos de vista deficientes o superficiales acerca del pecado, entonces estaremos sujetos a tener puntos de vista equivocados en relación a los medios necesarios para la salvación del pecador. Si creemos que la caída del hombre en el huerto del Edén, fue solamente algo parcial, entonces muy probablemente estaremos satisfechos con una salvación atribuible parcialmente al hombre, y parcialmente a Dios. Cuán sensatas son las palabras de J. C. Ryle en este punto: "Hay muy pocos errores y falsas doctrinas," dice, "cuyos principios no puedan ser atribuidos a un punto de vista defectuoso acerca de la corrupción de la naturaleza humana. Errores en el diagnóstico de una enfermedad, siempre traerán consigo fallas en la administración del remedio. Igualmente, conceptos equivocados acerca de la corrupción de la naturaleza humana, traerán siempre equivocaciones acerca del gran antídoto y cura de tal corrupción."

Completamente conscientes de la situación, los teólogos de la Reforma y todos aquellos que formularon las enseñanzas reformadas en estos cinco puntos en el Sínodo de Dort, con recomendaciones basadas firmemente en las Escrituras, declararon que el estado natural del hombre es un estado de depravación total y, por lo tanto, hay una incapacidad total por parte del hombre para ganar o para contribuir a su propia salvación.

Sin embargo, cuando los calvinistas hablan de depravación total, no quieren decir que todo hombre sea malo hasta el límite de su maldad, ni que el hombre sea incapaz de reconocer la voluntad de Dios; ni tampoco que sea incapaz de hacer algún bien a sus semejantes, o aun de rendir una lealtad externa en la adoración a Dios. Lo que quieren decir es que, cuando el hombre cayó en el huerto del Edén, cayó en su "totalidad." Es decir, que la personalidad completa del hombre ha sido afectada por la caída, y el pecado se extendió a todas sus facultades: la voluntad, la mente y los afectos o las emociones. Creemos que la verdad que afirmamos es la enseñanza irrefutable de la Palabra de Dios. Los siguientes pasajes de la Escritura representan una selección de algunos pasajes que confirman la enseñanza calvinista de la depravación total.

La Biblia enseña con absoluta claridad que el hombre, por naturaleza, está MUERTO: ". . . como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5:12). La Biblia nos enseña que los hombres son ESCLAVOS: "Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él." (2 Timoteo 2:25-26). La Biblia enseña que los hombres están CIEGOS Y SORDOS: "Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan" (Marcos 4:11-12). La Biblia nos enseña que el hombre natural (no regenerado), CARECE DE ENTENDIMIENTO ESPIRITUAL: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." (1 Corintios 2:14). La Biblia habla del hombre como siendo NATURALMENTE PECAMINOSO: 1) Por nacimiento: "He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre." (Salmo 51:5). 2) Por práctica: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." (Génesis 6:5).

Este es entonces el estado natural del hombre. Por tanto, debemos preguntarnos ahora: ¿Pueden LOS MUERTOS resucitarse a sí mismos? ¿Pueden LOS ESCLAVOS liberarse a sí mismos? ¿Pueden LOS CIEGOS darse la vista a sí mismos o LOS SORDOS el oído? ¿Pueden los que CARECEN DE ENTENDIMIENTO ESPIRITUAL enseñarse a sí mismos? ¿Pueden los que están INCLINADOS NATURALMENTE AL PECADO, cambiarse a sí mismos? ¡Ciertamente no pueden! "¿Quién hará limpio a lo inmundo?" pregunta Job. Y él mismo responde: "Nadie." (Job 14:4). Del mismo modo, el profeta Jeremías pregunta: "¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas?" Y concluye "Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?" (Jeremías 13:23).

¿Podría la Palabra de Dios mostrar más claramente con base en esto, que la depravación humana es total, y que nuestra incapacidad para desear o procurar la salvación es también total? Este cuadro es una descripción de un muerto; un muerto espiritual. Somos como Lázaro en su sepulcro; estamos atados de pies y manos; y la corrupción se ha esparcido por completo en nosotros. Tal como no había ningún indicio de vida en el cuerpo muerto de Lázaro, así tampoco no hay ninguna chispa de receptividad interna en nuestros corazones. Pero el Señor realiza el milagro en ambos casos, el muerto físicamente, y el muerto espiritualmente. Porque la Escritura dice de Él: "Y él os dio vida. . ." nos hizo vivir a aquellos que estábamos "muertos en nuestros delitos y pecados." (Efesios 2:1). La salvación, pues, por su propia naturaleza, debe ser "del Señor."

2. LA ELECCIÓN INCONDICIONAL

Nuestro rechazo o aceptación de la verdad bíblica que enseña que la condición del hombre por naturaleza es la depravación total, determinará en gran medida nuestra actitud hacia el siguiente punto analizado en el Sínodo de Dort. La elección incondicional es correctamente expuesta en la Confesión Bautista de Fe de 1689, la cual citamos enseguida como un resumen útil. La elección incondicional es también sostenida, casi en términos idénticos, en la Confesión de Fe de Westminster, en los Treinta y Nueve Artículos de la Iglesia de Inglaterra, y en las principales confesiones de casi todas las iglesias que tienen raíces históricas.

"A aquellos de la humanidad que están predestinados para vida," dice la Confesión Bautista, "Dios (antes de la fundación del mundo, según su propósito eterno e inmutable y el consejo secreto y el beneplácito de Su voluntad), los ha escogido en Cristo para gloria eterna, meramente por Su libre gracia y amor, sin que Le moviera a ello ninguna cosa en la criatura, como condición o causa." (Capítulo 3, Artículo 5).

La doctrina de la elección incondicional se desprende en forma natural y lógica de la doctrina de la depravación total. Es decir, si el hombre está de hecho muerto, cautivo en el pecado, ciego, sordo, sin entendimiento espiritual e inclinado naturalmente al pecado, entonces, el remedio para solucionar toda esta condición, debe encontrarse fuera del hombre mismo, esto es, en Dios. En el punto anterior hicimos la pregunta: ¿Puede el hombre resucitarse a sí mismo? Y la respuesta inevitable es: por supuesto que no. Sin embargo, si algunos hombres y mujeres son resucitados de su muerte espiritual, (nacidos de nuevo es el término usado por el Evangelio de Juan), y puesto que ellos no son capaces de llevar a cabo esta obra por sí mismos, entonces debemos concluir que fue Dios quien los resucitó espiritualmente. Por otro lado, puesto que muchos hombres y mujeres no han sido nacidos de nuevo o vivificados, de la misma manera debemos concluir que es debido a que Dios no los ha resucitado. Si el hombre es incapaz de salvarse a sí mismo, ya que la caída en Adán fue una caída total, y si sólo Dios puede salvar, y si no todos son salvados, entonces la conclusión debe ser que Dios no ha elegido salvar a todos.

Esto no es una filosofía ciega, sino que es algo extractado de, edificado sobre, sustentado por, y revelado en las Escrituras de Dios. El tema es tan vasto como el océano mismo; nosotros hemos citado sólo unos cuantos versículos claves y Escrituras que nos sirven de guía en este portentoso mar.

La historia de la Biblia es la historia de la elección incondicional. Es extraño que quienes se oponen a esta doctrina, no puedan reconocer esto. Algunos creyentes tienen dificultad en creer que Dios pudiera pasar por alto a algunos y escoger a otros; y sin embargo, no tienen dificultad aparente en creer que Dios llamó a Abraham para que saliera del pueblo pagano de Ur de los Caldeos, y dejara a los demás en su paganismo. ¿Por qué escogería Dios a la nación de Israel como Su "pueblo especial"? No tenemos necesidad de especular al respecto, porque el libro de Deuteronomio nos da la respuesta: "No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó. . ." (Deuteronomio 7: 7-8). (Nota del traductor: la versión King James en inglés traduce: "El Señor no ha puesto su amor sobre vosotros, ni los ha escogido, debido a que vosotros fuerais más numerosos que todos los pueblos; pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos. Sino porque el Señor os amó. . ."). ¿Por qué escogería Dios, haciendo completamente de lado las leyes familiares de Israel, al hijo más joven de Jacob, en lugar del primogénito Esaú? Otra vez debemos remitirnos a "la ley y el testimonio." La Escritura dice: "(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí." (Romanos 9:11-13).

¿Cuál fue la doctrina que Jesús predicó en la sinagoga de Nazaret, sino la doctrina de la elección incondicional? "Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio." (Lucas 4:25-27). Nosotros conocemos el resultado de que nuestro Señor predicara este mensaje: "Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle." (Lucas 4:28-29).

La falta de espacio nos impide hacer una descripción detallada de la soberanía de Dios al escoger a Su pueblo; pero la verdad es clara: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros. . ." (Juan 15:16); "¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?" (Romanos 9:21); y ". . . a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia. . ." (Romanos 9:15), y "según nos escogió en él antes de la fundación del mundo. . . habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad." (Efesios 1:4-5), y así sigue el testimonio de las Escrituras.

Reconocemos que hay una 'clase de elección' que es sostenida por muchos creyentes hoy en día. Hablando en términos generales, esta elección se basa en Romanos 8:29 "Porque a los que antes conoció, también los predestinó, etc. . ." La idea de esta elección es más o menos como sigue: Dios, dicen, previó a todos aquellos que iban a aceptar a Cristo, y de este modo Él los eligió para vida eterna. En oposición a este punto, nosotros señalamos que:

1.- La presciencia de Dios es descrita en las Escrituras en conexión con las personas y no con ninguna acción que la gente haya realizado. La Escritura dice: "Porque a los que antes conoció. . ." Y otra vez Dios habla de este modo a través de Amós: "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra. . ." (Amós 3:2). Esto quiere decir que, sin tomar en cuenta ninguna acción, buena o mala, realizada por ellos, Dios los "conoció" en el sentido de que "los amó" y "los escogió" para que fueran Suyos. Es de este modo que Él conoce previamente a Sus elegidos.

2.- Es inútil decir que Dios nos eligió debido a que Él vio algo que nosotros haríamos, es decir, aceptar a Su Hijo. No somos escogidos debido a que realicemos la buena obra de 'aceptar' a Cristo, sino que somos escogidos para hacernos capaces de "aceptarle." "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." (Efesios 2:10).

3.- Tampoco sirve decir que Dios previó a todos aquellos que creerían y que por esto los escogió. Hechos 13:48 deja esto muy claro: "y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna." La elección no se debe a nuestra fe, sino que nuestra fe se debe a que somos elegidos, debido a que somos "ordenados para vida eterna."

4.- De igual manera, decir que ejercitamos la fe cuando aceptamos a Cristo, y que Dios previó esta fe, y por lo tanto, nos eligió, solamente nos conduce un paso más hacia atrás, porque ¿de dónde obtuvimos esa fe, para poder ejercitarla? Las Escrituras nos dan la respuesta, afirmando que la fe es un don de Dios y no de nosotros mismos: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8).

Ciertamente, en lugar de argumentar en contra de estas cosas, deberíamos estar haciendo lo que el Espíritu Santo nos manda a través del apóstol Pedro: "Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección. . ." (2 Pedro 1:10).

3. LA EXPIACIÓN LIMITADA

Esta doctrina no solamente nos trae al tema central de los cinco puntos, sino también a la realidad central del Evangelio, esto es, al propósito de la muerte de Cristo en la cruz. Esto no es accidental. Los teólogos que asumieron la tarea de defender las verdades de la Reforma Protestante, en contra de los ataques del partido arminiano, fueron siguiendo una línea bíblicamente lógica en sus formulaciones, habiendo llegado así al eje mismo de la salvación.

Ante todo, ellos habían preguntado: ¿quién ha de ser salvado? La respuesta fue 'el hombre.' Pero las enseñanzas bíblicas a este respecto mostraban que el hombre, en su estado natural, es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo. Así nosotros tenemos la enseñanza de la Biblia acerca del hombre, resumida bajo el encabezado general de depravación total, o incapacidad total.

Segundo, puesto que algunos hombres y mujeres son indudablemente salvados, entonces debe haber sido Dios mismo Quien los salvó, en distinción del resto de la raza humana. Esta es la elección: "para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese. . ." (Romanos 9:11). Sin embargo, como dice Spurgeon, esta elección sólo "marcó la casa donde la salvación llegaría." Todavía se requería de una completa, perfecta y satisfactoria expiación por los pecados de los elegidos; así Dios podría ser, no sólo un Salvador, sino un Dios justo y Salvador. Esta expiación, como todos nosotros reconocemos, fue consumada a través de la sumisión voluntaria de Cristo a la muerte en la cruz, donde Él sufrió bajo la justicia de este Dios justo, y obtuvo la salvación que Él como Salvador había ordenado. En la cruz, entonces, y sin duda todos nosotros aceptamos esto, Cristo llevó el castigo y obtuvo la salvación.

Surge una pregunta ahora: ¿el castigo de quiénes llevó Cristo? Y ¿la salvación de quiénes obtuvo? Hay tres opciones que podemos examinar, para considerar este punto:

1.- Cristo murió para salvar a todos los hombres sin distinción.

2.- Cristo murió para no salvar a nadie en particular.

3.- Cristo murió para salvar a un cierto número.

El primer punto es sostenido por los llamados 'universalistas.' Dicen que Cristo murió para salvar a todos los hombres y de esta manera ellos, por lógica, suponen que todos los hombres serán salvados. Si Cristo ha pagado la deuda del pecado, ha salvado, ha rescatado y ha dado Su vida por todos los hombres, entonces todos los hombres serán salvados.

El segundo punto de vista es el llamado "arminiano," que sostiene que Cristo obtuvo una salvación potencial para todos los hombres. Cristo murió en la cruz, según este punto de vista, pero aunque Él pagó la deuda de nuestro pecado, Su obra en la cruz no llega a ser eficaz hasta que el hombre 'decide por Cristo' y de este modo es salvado.

El tercer punto de vista acerca de la expiación, es el llamado Calvinista, y dice que Cristo murió positiva y eficazmente para salvar a un cierto número de pecadores merecedores del infierno, sobre quienes el Padre ya había puesto Su libre y soberano amor electivo. El Hijo paga solamente la deuda de estos elegidos, satisface la justicia del Padre por ellos, les imputa Su propia justicia a éstos y así, están completos en Él.

Entonces, la muerte de Cristo sólo pudo haber sido por una de estas tres razones: para salvar a todos; para no salvar a nadie en particular; o para salvar a un cierto número. El tercer punto de vista es el que sostienen los calvinistas y generalmente es llamado expiación limitada, o redención particular. Cristo murió para salvar a un número específico de pecadores; esto es, por aquellos que el Padre ". . . escogió en él antes de la fundación del mundo." (Efesios 1:4); por aquellos que el Padre le había dado del mundo, todos aquellos "que me diste; porque tuyos son." (Juan 17:9); aquellos por quienes Él mismo dijo que derramaría Su sangre: "porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados." (Mateo 26:28).

Nosotros afirmamos que ésta es la postura que realmente hace justicia al propósito de Cristo al venir a esta tierra para morir en la cruz. ". . . y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." (Mateo 1:21). No a los judíos, ciertamente, porque los judíos no fueron salvados como un pueblo. Jesús "amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella." (Efesios 5:25). "El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación." (Romanos 4:25). ¿De quiénes habla el Espíritu Santo cuando dice nuestros, nuestra? ¿Acaso está hablando del mundo? Si es así, entonces los universalistas tienen la razón, porque Cristo fue entregado 'por los delitos del mundo' y 'resucitado para la justificación del mundo;' y así el mundo queda justificado delante de Dios. "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados." (1 Corintios 15:22). Esto sólo puede significar que toda la posteridad de Adán muere en Adán, como de hecho muere, porque "así la muerte pasó a todos los hombres." (Romanos 5:12). Pero toda la posteridad de Cristo, es decir, la iglesia por la cual Él mismo se entregó, es vivificada en Él. ¿Por qué es esto así? Ciertamente es así, porque ¡Él se dio a Sí mismo por ellos! "Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con los pecados de ellos." (Isaías 53:11, RVA). Y cuando Él consumó esto, estando colgado en la cruz, dice Isaías en aquel gran capítulo 53 de su profecía, que "Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho. . ." (Isaías 53:11). El trabajo de Su alma al derramarla y ofrecerla por nuestros pecados, producirá hijos espirituales para la alabanza de Su nombre, y Él será satisfecho, cuando vea esta obra consumada.

No estamos pasando por alto el hecho que hay algunas Escrituras que se refieren al 'mundo,' y muchas personas las han tomado como su punto de partida en la cuestión de la redención. Sin embargo, cuando comparamos la Escritura con la Escritura, vemos que el uso de la palabra 'mundo' no implica necesariamente a 'cada hombre y cada mujer en el mundo.' Los fariseos dijeron de Jesús: "Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él." (Juan 12:19); sin embargo, no todas las personas iban tras de Cristo. La expresión significa "toda clase de persona," normalmente para referirse juntamente a judíos y gentiles. (Nota del traductor: vea Romanos 11:11-12 y note cuidadosamente el uso intercambiable de las palabras "gentiles y mundo." Para un estudio más a fondo de este tema recomendamos la lectura del libro "Vida por Su Muerte," del doctor John Owen). La pregunta siempre debe ser la intención Divina: ¿tuvo Dios la intención de salvar a todos los hombres o no? Si Él no intentó salvar a todos los hombres sin excepción, sino solamente a los elegidos, entonces la obra de Cristo en la cruz fue un éxito glorioso y estamos en lo correcto al creer que "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí. . ." (Juan 6:37). Por otro lado, si la intención de Dios fue salvar al mundo entero, entonces la expiación de Cristo ha sido un gran fracaso, porque un vasto número de hombres no ha sido salvado. ¡Cristo pagó nuestra deuda! ¿La deuda de quién? ¿La deuda del mundo, o de los elegidos? Ciertamente, si un hombre ha sido rescatado por un redentor, entonces la ley que él ha quebrantado debe quedar satisfecha, en razón de la obra o del pago que el fiador hizo en su beneficio.

Si Tú has mi libertad logrado,
Y gratuitamente en mi lugar padeciste
La completa ira Divina;
Pago doble por Dios no será demandado,
De la mano sangrante de mi Fiador primero,
Y luego, otra vez, de la mía.


4. LA GRACIA IRRESISTIBLE

Una vez más, este cuarto punto de la creencia del sistema calvinista, es el resultado lógico de todo lo que hemos visto anteriormente. Si los hombres son incapaces de salvarse a sí mismos debido a su naturaleza caída, y si Dios se ha propuesto salvarlos, y Cristo ha consumado la salvación de ellos, entonces, se deduce por lógica que Dios debe también proveer los medios para llamarles a los beneficios de la salvación que Él ha obtenido para ellos. Sin embargo, el sistema calvinista de teología, aunque profundamente lógico, es mucho más que un mero sistema lógico. Es un sistema de creencia bíblica pura, que se encuentra firmemente apoyado en la Palabra de Dios. Entonces, la doctrina de la gracia irresistible no es un invento de los hombres que redactaron los Cinco Puntos del Calvinismo en el Sínodo de Dort, sino la manifiesta revelación de la santa Palabra de Dios. Por ejemplo, Romanos 8:30 dice: "Y a los que predestinó, a éstos también llamó." Es decir, Dios no sólo elige a los hombres y mujeres para la salvación; Él también llama a todos aquellos que Él ha elegido.

¿Qué quiere decir "gracia irresistible"? Nosotros sabemos que cuando el Evangelio es predicado en la iglesia, o al aire libre, o a través de la Palabra de Dios leída, no todas las personas hacen caso de su llamado. No todas las personas llegan a ser convencidas de sus pecados y de su necesidad de Cristo. Esto explica el hecho de que hay dos llamamientos. Existe no sólo un llamamiento externo; sino también uno interno. El llamamiento externo puede ser descrito como: "las palabras del predicador," y este llamamiento, cuando es realizado, puede obrar de diferentes maneras, en decenas de diferentes corazones, produciendo diferentes resultados. Sin embargo, hay una cosa que este llamamiento no puede hacer: no efectuará la obra de salvación en el alma pecadora. Para que una obra de salvación sea forjada en el alma, el llamamiento externo debe ir acompañado por el llamamiento interno del Espíritu Santo de Dios, porque es Él quien "convencerá de pecado, de justicia y de juicio." (Juan 16:8). Y cuando el Espíritu Santo llama por Su gracia a un hombre, a una mujer o a una persona joven, este llamamiento es irresistible: es decir, este llamado no puede ser frustrado, porque es la manifestación de la gracia irresistible de Dios.

Esta enseñanza es sustentada una y otra vez en la Palabra de Vida de Dios, como por ejemplo, en los siguientes versículos y pasajes:

1.- "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera." (Juan 6:37). Note que son aquellos que el Padre ha dado a Cristo (los elegidos), los que vendrán a Él; y cuando vienen a Él, no son echados fuera.

2.- "Nadie puede venir a mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final." (Juan 6:44, RVA). Aquí, nuestro Señor está diciendo simplemente que es imposible que los hombres vengan a Él por sí mismos; el Padre debe traerlos.

3.- "Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí." (Juan 6:45). Los hombres pueden oír el llamamiento externo; pero son aquéllos que han sido enseñados por el Padre, quienes responderán y vendrán a Cristo. Así, con Simón Pedro: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos." (Mateo 16:15-17).

4.- "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." (Romanos 8:14).

5.- "Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia." (Gálatas 1:15).

6.- "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable." (1 Pedro 2:9).

7.- "Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo. . ." (1 Pedro 5:10).

Ciertamente, una ilustración notable de esta enseñanza de la gracia irresistible o llamamiento eficaz, es el incidente del cual leemos en Hechos 16. El apóstol Pablo predicaba el Evangelio a un grupo de mujeres junto al río, en Filipos; y mientras él estaba hablando: "Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía." (Hechos 16:14). Pablo, el predicador, habló a los oídos de Lidia, y este es el llamamiento externo. Pero el Señor habló al corazón de ella, y este es el llamamiento interno de la gracia irresistible.

Los arminianos creen que hombres y mujeres tienen la capacidad de resistir el llamado del Evangelio de Dios, y así lo hacen. Por lo tanto, ellos se oponen diciendo que no puede haber tal doctrina de la gracia irresistible de Dios. Nosotros creemos que hombres y mujeres no sólo pueden resistir el Evangelio de Dios, como de hecho lo hacen; sino que también, debido a su naturaleza caída, deben resistir el Evangelio de Dios. Por lo tanto, es necesaria la existencia de una doctrina como la doctrina de la gracia irresistible. En otras palabras, nuestras almas deben ser puestas bajo una influencia más grande que nuestra propia naturaleza, más grande que nuestra resistencia, o de lo contrario estamos destinados a ser condenados para siempre, puesto que "el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios." (1 Corintios 2:14). Hay tres grandes fuerzas que trabajan en la obra de la salvación del hombre:

1.- La voluntad del hombre.
2.- La voluntad del Diablo.
3.- La voluntad de Dios.

¿Cuál de estas tres fuerzas tendrá la victoria? Si la voluntad de Dios no resulta victoriosa en este asunto de la salvación, entonces, resultará victoriosa la voluntad del Diablo, porque él es más fuerte que nosotros. Thomas Watson, un antiguo puritano del siglo XVII, describió el asunto, vívidamente, en las siguientes palabras: "Dios cabalga con fuerza, conquistando en el carro de Su Evangelio. . . Él conquista el orgullo del corazón y hace que la voluntad, la cual se resistía como una fortaleza real contra Él, se rinda y doblegue ante Su gracia; y hace sangrar al corazón de piedra. ¡Oh, este es un poderoso llamamiento! ¿Por qué, entonces, algunos hombres parecen hablar de una persuasión moral? ¿Por qué dicen que en la conversión de un pecador, Dios sólo persuade moralmente y nada más? Si en la conversión, Dios sólo pudiera persuadir moralmente y nada más, entonces Él no pondría mucho más poder en la salvación de los pecadores, de lo que el Diablo hace para su destrucción."

¿Cuál voluntad obtendrá la victoria? ¿La nuestra? Pero, ¿acaso no se resistía, de hecho, como una fortaleza real en contra del Señor? "Y no queréis venir a mí para que tengáis vida." (Juan 5:40). ¿Acaso la victoria será de la voluntad del Diablo? Entonces, quién podría ser salvado jamás, puesto que la voluntad suya será siempre más fuerte que la nuestra. Pero, ciertamente, este es el Evangelio, que "uno más fuerte que el fuerte" aparece conquistando y para conquistar, en el carro de Su Evangelio; y Él, efectivamente, conquista a Satanás, como también al hombre débil, todo para la alabanza de Su irresistible gracia. (Vea Lucas 11:21-23).

5. LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS (Los verdaderos creyentes)

Ahora, como punto final, la doctrina de la perseverancia de los santos. Con el fin de resumir, vamos a referirnos otra vez a la Confesión Bautista, la cual está de acuerdo en este punto con las otras confesiones históricas de fe. "Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y ha llamado eficazmente y santificado por Su Espíritu, y a quienes ha dado la preciosa fe de Sus elegidos, no pueden caer ni total ni definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán en él hasta el fin, y serán salvos por toda la eternidad, puesto que los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. . ." (Confesión Bautista de 1689, Capítulo 17; párrafo 1). Nuevamente vamos a demostrar que esto es exactamente lo que las Escrituras nos enseñan.

"Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?. . . Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." (Romanos 8:29-31; 38-39).

Otra vez, tenemos que reconocer el hecho de que, todo lo que los hombres del Sínodo de Dort (y todos aquellos que enseñan de la misma manera), estaban haciendo, era poner dentro de un pequeño esquema, en una forma sistemática, las enseñanzas del Evangelio de la libre y soberana gracia de Dios. Si el hombre no puede salvarse a sí mismo, entonces Dios debe salvarle. Si no todos los hombres son salvos, entonces Dios no ha salvado a todos. Si Cristo ha hecho la satisfacción por pecados, entonces, esta expiación es por los pecados de aquellos que son salvados. Y si Dios se propuso revelar esta salvación en Cristo a los corazones de todos aquellos a quienes Él escogió salvar, entonces, Dios proveerá los medios necesarios y eficaces para realizarlo así. Por lo tanto, si habiendo decretado salvar, habiendo muerto para salvar, y habiendo llamado a la salvación a aquellos que jamás se salvarían por sí mismos; entonces, Él también preservará a aquellos salvados hasta la vida eterna, para la gloria de Su Nombre.

De este modo, siguiendo la depravación total, la elección incondicional, la expiación limitada, y el llamamiento eficaz, llegamos a la perseverancia de los santos. "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo." (Filipenses 1:6). La Palabra de Dios contiene múltiples referencias acerca de esta bendita verdad. "Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero." (Juan 6:39). "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." (Juan 10:28). "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida." (Romanos 5:10). "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. . ." (Romanos 8:1).

Este es el sello del creyente, que él pertenece a Cristo; que él está perseverando en las cosas de Cristo; que él está procurando tanto más hacer firme su vocación y elección. (Vea 2 Pedro 1:10). El creyente en Cristo puede caer en la tentación, pero el Señor "no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." (1 Corintios 10:13). Así que el creyente se fortalecerá y seguirá fortaleciéndose cada vez más, en las cosas relacionadas con su salvación, para la gloria de Cristo.

Los versículos incomparables de Romanos 8:28-29, muestran la lógica en la salvación eterna de Dios; la lógica que el Calvinismo afirma. La salvación que comienza en la mente y el propósito de Dios, debe terminar en el completo cumplimiento de Su inquebrantable propósito de que "aquellos que antes conoció," sean unidos eternamente con su Salvador.

CONCLUSIÓN

Entonces, en una forma general, esta es la enseñanza que algunas veces es llamada Calvinismo. Lejos de ser una innovación del hombre, esta es la doctrina de la Palabra de Dios, claramente formulada y expuesta.

Sin embargo, seguramente surgirá la pregunta: pero, ¿no estorba la obra evangelística, esta doctrina del Calvinismo? Una rápida mirada a la historia de la Iglesia de Cristo en este mundo, será suficiente para invalidar tal opinión. Porque encontraremos que el Evangelio ha florecido más en los lugares y en los tiempos en que el pueblo de Dios ha sostenido estas doctrinas de gracia cerca de sus corazones. Pensemos en el celo de William Carey, que le condujo desde su taller de zapatos hasta hacer la obra evangelística por Cristo en la India. William Carey era un sólido calvinista, como también lo fue Andrew Fuller, otro bautista que ayudó a formar la Sociedad Bautista Misionera. Considere las siguientes palabras del piadoso David Brainerd, aquel hombre que creyó que los indios pieles rojas, al igual que los hombres blancos, tenían también un alma: "Y entonces tuve dos deseos," escribe Brainerd en su diario, "mi propia santificación, y la salvación de los elegidos de Dios." Uno de los más grandes evangelistas de los tiempos modernos fue el también calvinista George Whitfield; no obstante, su calvinismo nunca frustró o impidió su predicación del Evangelio de Cristo: "Con cuánta pasión divina," se dijo de él, "exhortó a los pecadores a volverse a Cristo."

El Calvinismo, si podemos usar esta palabra sin que seamos malentendidos, fue también el Evangelio de Robert Murray M'Cheyne, como también lo fue de Andrew Bonar, y William Burns, aquel gran líder del avivamiento y misionero en China. Mártires, Reformadores, líderes de la Iglesia de Cristo en la tierra, cuando hablan del Evangelio que ellos predicaron y por el cual murieron, hablan del Evangelio de la gracia salvadora de Dios para su rebaño elegido. ¿Cómo podría comenzar uno a enumerarlos? Lutero, Calvino, Tyndale, Latimer, Knox, Wishart, Perkins, Rutherford, Bunyan, Owen, Charnock, Goodwin, Clavel, Watson, Henry, Watts, Edwards, Whitefield, Newton, Spurgeon, todos ellos son sólo un puñado del noble ejército de testigos de la verdad de la gracia soberana. ¿Acaso su labor para el Señor sufrió tropiezos por lo que creían? Y, ¿qué es lo que creían? Ellos creían que Dios es el Soberano Señor. Ellos se atrevieron a creer que adoraban y servían a un Rey que hace "todas las cosas según el designio de su voluntad." (Efesios 1:11). Bien dijo el príncipe de los predicadores, Charles Haddon Spurgeon: "He conocido hombres que muerden sus labios y rechinan sus dientes llenos de ira, cuando predico la soberanía de Dios. . . los doctrinarios de hoy admitirán un Dios, pero claro, Él no debe ser un Rey." ¿Acaso podemos decir que Spurgeon estorbó al Evangelio? Y sin embargo, ¡cuántos se han levantado en lucha contra él, a causa de su doctrina! Él diría: "somos menospreciados como 'sectarios' (hipercalvinistas), escasamente algún ministro voltea a vernos o habla favorablemente de nosotros; debido a que sostenemos fuertes convicciones acerca de la soberanía de Dios, y Su elección divina y amor especial hacia Su pueblo."

Quizás una palabra del mismo gigante de la iglesia servirá como una exhortación final, para que nos aferremos con firmeza a estas benditas verdades de la Palabra de Dios y las proclamemos con denuedo, para la alabanza de Su nombre. "La antigua verdad que Calvino predicó, que Agustín predicó, que Pablo predicó, es la verdad que yo debo predicar hoy o de lo contrario sería falso a mi conciencia y a mi Dios. Yo no puedo darle forma a la verdad, y no sé cómo limar las asperezas de una doctrina. El Evangelio de John Knox es mi Evangelio; aquel Evangelio que tronó a través de toda Escocia, debe tronar otra vez a través de toda Inglaterra." Amén y Amén.