miércoles, 31 de julio de 2013

Los Cinco Puntos del Calvinismo

 

Por W. J. Seaton
(Pastor de la Iglesia Bautista Reformada de Inverness, Escocia)



Prefacio:

Difícilmente hay otra palabra que despierte tanta sospecha, desconfianza y aun animosidad entre quienes profesan el cristianismo, como la palabra Calvinismo. Y sin embargo, el rechazo que brota contra este sistema y contra todos aquellos que lo abrazan y lo predican, es un celo que no es conforme a ciencia. El siguiente artículo ha sido escrito con la esperanza de que mucho del insulto que ha sido arrojado sobre el sistema de teología calvinista sea retirado; y de que la verdad de esta gran enseñanza, la cual fue la columna vertebral de nuestros padres en la fe, y fortaleza de la iglesia en una época mucho más gloriosa que la nuestra, pueda ser vista con claridad.

Introducción

Debemos iniciar en Holanda, en el año de 1610. Jacobo Arminio, un profesor holandés, muere, y sus enseñanzas son formuladas por sus seguidores, conocidos como "arminianos," en cinco puntos principales de doctrina. Hasta ese momento, las iglesias de Holanda, en común con la mayoría de las iglesias protestantes de Europa, habían adoptado las Confesiones de Fe de Bélgica y de Heidelberg, las cuales se apegan a las enseñanzas Reformadas (es decir, calvinistas). Sin embargo, los arminianos querían cambiar esta posición, y presentaron sus cinco puntos en la forma de una queja o protesta ante la Corte holandesa. Los cinco puntos del arminianismo eran los siguientes:

1. El libre albedrío o la capacidad humana. Este punto enseñaba que el hombre, aunque afectado por la caída de Adán, tenía la capacidad espiritual de escoger el bien espiritual, y era capaz de ejercitar la fe en Dios, a fin de recibir el Evangelio, y de este modo obtener por sí mismo la salvación.

2. La elección condicional. Este punto enseñaba que Dios puso Sus manos sobre todos aquellos individuos que sabía, o preveía, que iban a responder al Evangelio. Dios eligió a aquellas personas que Él vio que querrían ser salvadas por medio de su libre albedrío, a pesar de su estado natural caído; por supuesto que, de conformidad al primer punto del arminianismo, este estado no era de caída total o de depravación total.

3. La redención universal o expiación general. Este punto enseñaba que Cristo murió para salvar a todos los hombres; pero sólo de un modo potencial. La muerte de Cristo hizo posible que Dios perdonara a los pecadores, pero únicamente a condición que ellos creyeran.

4. La obra del Espíritu Santo en la regeneración está limitada por la voluntad humana. Este punto enseñaba que el Espíritu Santo, cuando comienza la obra de traer a una persona a Cristo, puede ser eficazmente resistido y Sus propósitos frustrados. No podría impartir vida a menos que el pecador quisiera voluntariamente que esta vida le fuera impartida.

5. La caída de la gracia. Este punto enseñaba que un hombre salvo, podría final y definitivamente perder la salvación. Esto es, por supuesto, el resultado lógico y natural de todo el sistema. Es decir, si el hombre debe tomar la iniciativa en su salvación, es él quien debe retener la responsabilidad del resultado final.

Los cinco puntos del arminianismo fueron presentados al Estado y fue convocado un Sínodo Nacional de la Iglesia para reunirse en Dort, en el año de 1618, para examinar las enseñanzas de Arminio, a la luz de las Escrituras. El Sínodo de Dort sostuvo 154 sesiones durante un período de siete meses, pero al final no se pudo encontrar ninguna base sobre la cual reconciliar el puno de vista arminiano, con lo expuesto en la Palabra de Dios. Entonces, el Sínodo de Dort formuló sus cinco puntos del Calvinismo, para contrarrestar al sistema arminiano, afirmando así la postura sostenida por la Reforma, y formulada por el teólogo francés Juan Calvino. Algunas veces estos puntos son presentados en forma de un acróstico, usando la palabra "TULIP" (en inglés), como sigue:

T Total Depravity (Depravación Total)

U Unconditional Election (Elección Incondicional)

L Limited Atonement (Redención Limitada o Particular)

I Irresistible Calling (Llamamiento Eficaz o Irresistible)

P Perseverance of the Saints (Perseverancia de los Santos)

Como puede verse con facilidad, estos cinco puntos están en completa oposición a los cinco puntos del Arminianismo. El hombre es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo, porque está "totalmente" caído, a causa de la caída en el huerto del Edén. Y si es incapaz de salvarse a sí mismo, entonces Dios debe salvarle. Y si Dios debe salvarle, entonces Dios debe ser libre para salvar a los que Él quiera. Si Dios ha decretado salvar a los que Él quiere, entonces, es por éstos por quienes Cristo hizo expiación en la cruz. Y Si Cristo murió por ellos, entonces el Espíritu Santo les llamará eficazmente a la salvación. Entonces, si la salvación ha venido desde el principio de Dios, también el fin vendrá de Él, y así los creyentes perseverarán para el gozo eterno.

Estos son los así llamados Cinco Puntos del Calvinismo. Vamos a proceder ahora a examinarlos con más detalle, puesto que están basados firmemente en la Palabra de Dios; y fueron sostenidos tenazmente por nuestros antepasados "en la fe que ha sido una vez dada a los santos." Y por aquella fe estamos dispuestos a contender con valor. Veremos la verdad a la cual se refirió Charles Haddon Spurgeon, cuando declaró: "No es ninguna novedad, entonces, lo que estoy predicando; no es una nueva doctrina. Amo proclamar aquellas grandes doctrinas antiguas apodadas Calvinismo, pero que son verdaderamente la verdad revelada de Dios, tal como es en Cristo Jesús."

1. LA DEPRAVACIÓN TOTAL

Al considerar el primero de los cinco puntos principales del Calvinismo, ciertamente lo que debería impresionarnos es el hecho que este sistema comienza con algo que debe ser fundamental en el asunto de la salvación, es decir, la correcta valoración de la condición espiritual de la persona que ha de ser salvada. Si tenemos puntos de vista deficientes o superficiales acerca del pecado, entonces estaremos sujetos a tener puntos de vista equivocados en relación a los medios necesarios para la salvación del pecador. Si creemos que la caída del hombre en el huerto del Edén, fue solamente algo parcial, entonces muy probablemente estaremos satisfechos con una salvación atribuible parcialmente al hombre, y parcialmente a Dios. Cuán sensatas son las palabras de J. C. Ryle en este punto: "Hay muy pocos errores y falsas doctrinas," dice, "cuyos principios no puedan ser atribuidos a un punto de vista defectuoso acerca de la corrupción de la naturaleza humana. Errores en el diagnóstico de una enfermedad, siempre traerán consigo fallas en la administración del remedio. Igualmente, conceptos equivocados acerca de la corrupción de la naturaleza humana, traerán siempre equivocaciones acerca del gran antídoto y cura de tal corrupción."

Completamente conscientes de la situación, los teólogos de la Reforma y todos aquellos que formularon las enseñanzas reformadas en estos cinco puntos en el Sínodo de Dort, con recomendaciones basadas firmemente en las Escrituras, declararon que el estado natural del hombre es un estado de depravación total y, por lo tanto, hay una incapacidad total por parte del hombre para ganar o para contribuir a su propia salvación.

Sin embargo, cuando los calvinistas hablan de depravación total, no quieren decir que todo hombre sea malo hasta el límite de su maldad, ni que el hombre sea incapaz de reconocer la voluntad de Dios; ni tampoco que sea incapaz de hacer algún bien a sus semejantes, o aun de rendir una lealtad externa en la adoración a Dios. Lo que quieren decir es que, cuando el hombre cayó en el huerto del Edén, cayó en su "totalidad." Es decir, que la personalidad completa del hombre ha sido afectada por la caída, y el pecado se extendió a todas sus facultades: la voluntad, la mente y los afectos o las emociones. Creemos que la verdad que afirmamos es la enseñanza irrefutable de la Palabra de Dios. Los siguientes pasajes de la Escritura representan una selección de algunos pasajes que confirman la enseñanza calvinista de la depravación total.

La Biblia enseña con absoluta claridad que el hombre, por naturaleza, está MUERTO: ". . . como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5:12). La Biblia nos enseña que los hombres son ESCLAVOS: "Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él." (2 Timoteo 2:25-26). La Biblia enseña que los hombres están CIEGOS Y SORDOS: "Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan" (Marcos 4:11-12). La Biblia nos enseña que el hombre natural (no regenerado), CARECE DE ENTENDIMIENTO ESPIRITUAL: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." (1 Corintios 2:14). La Biblia habla del hombre como siendo NATURALMENTE PECAMINOSO: 1) Por nacimiento: "He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre." (Salmo 51:5). 2) Por práctica: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal." (Génesis 6:5).

Este es entonces el estado natural del hombre. Por tanto, debemos preguntarnos ahora: ¿Pueden LOS MUERTOS resucitarse a sí mismos? ¿Pueden LOS ESCLAVOS liberarse a sí mismos? ¿Pueden LOS CIEGOS darse la vista a sí mismos o LOS SORDOS el oído? ¿Pueden los que CARECEN DE ENTENDIMIENTO ESPIRITUAL enseñarse a sí mismos? ¿Pueden los que están INCLINADOS NATURALMENTE AL PECADO, cambiarse a sí mismos? ¡Ciertamente no pueden! "¿Quién hará limpio a lo inmundo?" pregunta Job. Y él mismo responde: "Nadie." (Job 14:4). Del mismo modo, el profeta Jeremías pregunta: "¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas?" Y concluye "Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?" (Jeremías 13:23).

¿Podría la Palabra de Dios mostrar más claramente con base en esto, que la depravación humana es total, y que nuestra incapacidad para desear o procurar la salvación es también total? Este cuadro es una descripción de un muerto; un muerto espiritual. Somos como Lázaro en su sepulcro; estamos atados de pies y manos; y la corrupción se ha esparcido por completo en nosotros. Tal como no había ningún indicio de vida en el cuerpo muerto de Lázaro, así tampoco no hay ninguna chispa de receptividad interna en nuestros corazones. Pero el Señor realiza el milagro en ambos casos, el muerto físicamente, y el muerto espiritualmente. Porque la Escritura dice de Él: "Y él os dio vida. . ." nos hizo vivir a aquellos que estábamos "muertos en nuestros delitos y pecados." (Efesios 2:1). La salvación, pues, por su propia naturaleza, debe ser "del Señor."

2. LA ELECCIÓN INCONDICIONAL

Nuestro rechazo o aceptación de la verdad bíblica que enseña que la condición del hombre por naturaleza es la depravación total, determinará en gran medida nuestra actitud hacia el siguiente punto analizado en el Sínodo de Dort. La elección incondicional es correctamente expuesta en la Confesión Bautista de Fe de 1689, la cual citamos enseguida como un resumen útil. La elección incondicional es también sostenida, casi en términos idénticos, en la Confesión de Fe de Westminster, en los Treinta y Nueve Artículos de la Iglesia de Inglaterra, y en las principales confesiones de casi todas las iglesias que tienen raíces históricas.

"A aquellos de la humanidad que están predestinados para vida," dice la Confesión Bautista, "Dios (antes de la fundación del mundo, según su propósito eterno e inmutable y el consejo secreto y el beneplácito de Su voluntad), los ha escogido en Cristo para gloria eterna, meramente por Su libre gracia y amor, sin que Le moviera a ello ninguna cosa en la criatura, como condición o causa." (Capítulo 3, Artículo 5).

La doctrina de la elección incondicional se desprende en forma natural y lógica de la doctrina de la depravación total. Es decir, si el hombre está de hecho muerto, cautivo en el pecado, ciego, sordo, sin entendimiento espiritual e inclinado naturalmente al pecado, entonces, el remedio para solucionar toda esta condición, debe encontrarse fuera del hombre mismo, esto es, en Dios. En el punto anterior hicimos la pregunta: ¿Puede el hombre resucitarse a sí mismo? Y la respuesta inevitable es: por supuesto que no. Sin embargo, si algunos hombres y mujeres son resucitados de su muerte espiritual, (nacidos de nuevo es el término usado por el Evangelio de Juan), y puesto que ellos no son capaces de llevar a cabo esta obra por sí mismos, entonces debemos concluir que fue Dios quien los resucitó espiritualmente. Por otro lado, puesto que muchos hombres y mujeres no han sido nacidos de nuevo o vivificados, de la misma manera debemos concluir que es debido a que Dios no los ha resucitado. Si el hombre es incapaz de salvarse a sí mismo, ya que la caída en Adán fue una caída total, y si sólo Dios puede salvar, y si no todos son salvados, entonces la conclusión debe ser que Dios no ha elegido salvar a todos.

Esto no es una filosofía ciega, sino que es algo extractado de, edificado sobre, sustentado por, y revelado en las Escrituras de Dios. El tema es tan vasto como el océano mismo; nosotros hemos citado sólo unos cuantos versículos claves y Escrituras que nos sirven de guía en este portentoso mar.

La historia de la Biblia es la historia de la elección incondicional. Es extraño que quienes se oponen a esta doctrina, no puedan reconocer esto. Algunos creyentes tienen dificultad en creer que Dios pudiera pasar por alto a algunos y escoger a otros; y sin embargo, no tienen dificultad aparente en creer que Dios llamó a Abraham para que saliera del pueblo pagano de Ur de los Caldeos, y dejara a los demás en su paganismo. ¿Por qué escogería Dios a la nación de Israel como Su "pueblo especial"? No tenemos necesidad de especular al respecto, porque el libro de Deuteronomio nos da la respuesta: "No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó. . ." (Deuteronomio 7: 7-8). (Nota del traductor: la versión King James en inglés traduce: "El Señor no ha puesto su amor sobre vosotros, ni los ha escogido, debido a que vosotros fuerais más numerosos que todos los pueblos; pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos. Sino porque el Señor os amó. . ."). ¿Por qué escogería Dios, haciendo completamente de lado las leyes familiares de Israel, al hijo más joven de Jacob, en lugar del primogénito Esaú? Otra vez debemos remitirnos a "la ley y el testimonio." La Escritura dice: "(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí." (Romanos 9:11-13).

¿Cuál fue la doctrina que Jesús predicó en la sinagoga de Nazaret, sino la doctrina de la elección incondicional? "Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio." (Lucas 4:25-27). Nosotros conocemos el resultado de que nuestro Señor predicara este mensaje: "Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle." (Lucas 4:28-29).

La falta de espacio nos impide hacer una descripción detallada de la soberanía de Dios al escoger a Su pueblo; pero la verdad es clara: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros. . ." (Juan 15:16); "¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?" (Romanos 9:21); y ". . . a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia. . ." (Romanos 9:15), y "según nos escogió en él antes de la fundación del mundo. . . habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad." (Efesios 1:4-5), y así sigue el testimonio de las Escrituras.

Reconocemos que hay una 'clase de elección' que es sostenida por muchos creyentes hoy en día. Hablando en términos generales, esta elección se basa en Romanos 8:29 "Porque a los que antes conoció, también los predestinó, etc. . ." La idea de esta elección es más o menos como sigue: Dios, dicen, previó a todos aquellos que iban a aceptar a Cristo, y de este modo Él los eligió para vida eterna. En oposición a este punto, nosotros señalamos que:

1.- La presciencia de Dios es descrita en las Escrituras en conexión con las personas y no con ninguna acción que la gente haya realizado. La Escritura dice: "Porque a los que antes conoció. . ." Y otra vez Dios habla de este modo a través de Amós: "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra. . ." (Amós 3:2). Esto quiere decir que, sin tomar en cuenta ninguna acción, buena o mala, realizada por ellos, Dios los "conoció" en el sentido de que "los amó" y "los escogió" para que fueran Suyos. Es de este modo que Él conoce previamente a Sus elegidos.

2.- Es inútil decir que Dios nos eligió debido a que Él vio algo que nosotros haríamos, es decir, aceptar a Su Hijo. No somos escogidos debido a que realicemos la buena obra de 'aceptar' a Cristo, sino que somos escogidos para hacernos capaces de "aceptarle." "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas." (Efesios 2:10).

3.- Tampoco sirve decir que Dios previó a todos aquellos que creerían y que por esto los escogió. Hechos 13:48 deja esto muy claro: "y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna." La elección no se debe a nuestra fe, sino que nuestra fe se debe a que somos elegidos, debido a que somos "ordenados para vida eterna."

4.- De igual manera, decir que ejercitamos la fe cuando aceptamos a Cristo, y que Dios previó esta fe, y por lo tanto, nos eligió, solamente nos conduce un paso más hacia atrás, porque ¿de dónde obtuvimos esa fe, para poder ejercitarla? Las Escrituras nos dan la respuesta, afirmando que la fe es un don de Dios y no de nosotros mismos: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8).

Ciertamente, en lugar de argumentar en contra de estas cosas, deberíamos estar haciendo lo que el Espíritu Santo nos manda a través del apóstol Pedro: "Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección. . ." (2 Pedro 1:10).

3. LA EXPIACIÓN LIMITADA

Esta doctrina no solamente nos trae al tema central de los cinco puntos, sino también a la realidad central del Evangelio, esto es, al propósito de la muerte de Cristo en la cruz. Esto no es accidental. Los teólogos que asumieron la tarea de defender las verdades de la Reforma Protestante, en contra de los ataques del partido arminiano, fueron siguiendo una línea bíblicamente lógica en sus formulaciones, habiendo llegado así al eje mismo de la salvación.

Ante todo, ellos habían preguntado: ¿quién ha de ser salvado? La respuesta fue 'el hombre.' Pero las enseñanzas bíblicas a este respecto mostraban que el hombre, en su estado natural, es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo. Así nosotros tenemos la enseñanza de la Biblia acerca del hombre, resumida bajo el encabezado general de depravación total, o incapacidad total.

Segundo, puesto que algunos hombres y mujeres son indudablemente salvados, entonces debe haber sido Dios mismo Quien los salvó, en distinción del resto de la raza humana. Esta es la elección: "para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese. . ." (Romanos 9:11). Sin embargo, como dice Spurgeon, esta elección sólo "marcó la casa donde la salvación llegaría." Todavía se requería de una completa, perfecta y satisfactoria expiación por los pecados de los elegidos; así Dios podría ser, no sólo un Salvador, sino un Dios justo y Salvador. Esta expiación, como todos nosotros reconocemos, fue consumada a través de la sumisión voluntaria de Cristo a la muerte en la cruz, donde Él sufrió bajo la justicia de este Dios justo, y obtuvo la salvación que Él como Salvador había ordenado. En la cruz, entonces, y sin duda todos nosotros aceptamos esto, Cristo llevó el castigo y obtuvo la salvación.

Surge una pregunta ahora: ¿el castigo de quiénes llevó Cristo? Y ¿la salvación de quiénes obtuvo? Hay tres opciones que podemos examinar, para considerar este punto:

1.- Cristo murió para salvar a todos los hombres sin distinción.

2.- Cristo murió para no salvar a nadie en particular.

3.- Cristo murió para salvar a un cierto número.

El primer punto es sostenido por los llamados 'universalistas.' Dicen que Cristo murió para salvar a todos los hombres y de esta manera ellos, por lógica, suponen que todos los hombres serán salvados. Si Cristo ha pagado la deuda del pecado, ha salvado, ha rescatado y ha dado Su vida por todos los hombres, entonces todos los hombres serán salvados.

El segundo punto de vista es el llamado "arminiano," que sostiene que Cristo obtuvo una salvación potencial para todos los hombres. Cristo murió en la cruz, según este punto de vista, pero aunque Él pagó la deuda de nuestro pecado, Su obra en la cruz no llega a ser eficaz hasta que el hombre 'decide por Cristo' y de este modo es salvado.

El tercer punto de vista acerca de la expiación, es el llamado Calvinista, y dice que Cristo murió positiva y eficazmente para salvar a un cierto número de pecadores merecedores del infierno, sobre quienes el Padre ya había puesto Su libre y soberano amor electivo. El Hijo paga solamente la deuda de estos elegidos, satisface la justicia del Padre por ellos, les imputa Su propia justicia a éstos y así, están completos en Él.

Entonces, la muerte de Cristo sólo pudo haber sido por una de estas tres razones: para salvar a todos; para no salvar a nadie en particular; o para salvar a un cierto número. El tercer punto de vista es el que sostienen los calvinistas y generalmente es llamado expiación limitada, o redención particular. Cristo murió para salvar a un número específico de pecadores; esto es, por aquellos que el Padre ". . . escogió en él antes de la fundación del mundo." (Efesios 1:4); por aquellos que el Padre le había dado del mundo, todos aquellos "que me diste; porque tuyos son." (Juan 17:9); aquellos por quienes Él mismo dijo que derramaría Su sangre: "porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados." (Mateo 26:28).

Nosotros afirmamos que ésta es la postura que realmente hace justicia al propósito de Cristo al venir a esta tierra para morir en la cruz. ". . . y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." (Mateo 1:21). No a los judíos, ciertamente, porque los judíos no fueron salvados como un pueblo. Jesús "amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella." (Efesios 5:25). "El cual fue entregado por nuestros delitos, y resucitado para nuestra justificación." (Romanos 4:25). ¿De quiénes habla el Espíritu Santo cuando dice nuestros, nuestra? ¿Acaso está hablando del mundo? Si es así, entonces los universalistas tienen la razón, porque Cristo fue entregado 'por los delitos del mundo' y 'resucitado para la justificación del mundo;' y así el mundo queda justificado delante de Dios. "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados." (1 Corintios 15:22). Esto sólo puede significar que toda la posteridad de Adán muere en Adán, como de hecho muere, porque "así la muerte pasó a todos los hombres." (Romanos 5:12). Pero toda la posteridad de Cristo, es decir, la iglesia por la cual Él mismo se entregó, es vivificada en Él. ¿Por qué es esto así? Ciertamente es así, porque ¡Él se dio a Sí mismo por ellos! "Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con los pecados de ellos." (Isaías 53:11, RVA). Y cuando Él consumó esto, estando colgado en la cruz, dice Isaías en aquel gran capítulo 53 de su profecía, que "Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho. . ." (Isaías 53:11). El trabajo de Su alma al derramarla y ofrecerla por nuestros pecados, producirá hijos espirituales para la alabanza de Su nombre, y Él será satisfecho, cuando vea esta obra consumada.

No estamos pasando por alto el hecho que hay algunas Escrituras que se refieren al 'mundo,' y muchas personas las han tomado como su punto de partida en la cuestión de la redención. Sin embargo, cuando comparamos la Escritura con la Escritura, vemos que el uso de la palabra 'mundo' no implica necesariamente a 'cada hombre y cada mujer en el mundo.' Los fariseos dijeron de Jesús: "Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él." (Juan 12:19); sin embargo, no todas las personas iban tras de Cristo. La expresión significa "toda clase de persona," normalmente para referirse juntamente a judíos y gentiles. (Nota del traductor: vea Romanos 11:11-12 y note cuidadosamente el uso intercambiable de las palabras "gentiles y mundo." Para un estudio más a fondo de este tema recomendamos la lectura del libro "Vida por Su Muerte," del doctor John Owen). La pregunta siempre debe ser la intención Divina: ¿tuvo Dios la intención de salvar a todos los hombres o no? Si Él no intentó salvar a todos los hombres sin excepción, sino solamente a los elegidos, entonces la obra de Cristo en la cruz fue un éxito glorioso y estamos en lo correcto al creer que "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí. . ." (Juan 6:37). Por otro lado, si la intención de Dios fue salvar al mundo entero, entonces la expiación de Cristo ha sido un gran fracaso, porque un vasto número de hombres no ha sido salvado. ¡Cristo pagó nuestra deuda! ¿La deuda de quién? ¿La deuda del mundo, o de los elegidos? Ciertamente, si un hombre ha sido rescatado por un redentor, entonces la ley que él ha quebrantado debe quedar satisfecha, en razón de la obra o del pago que el fiador hizo en su beneficio.

Si Tú has mi libertad logrado,
Y gratuitamente en mi lugar padeciste
La completa ira Divina;
Pago doble por Dios no será demandado,
De la mano sangrante de mi Fiador primero,
Y luego, otra vez, de la mía.


4. LA GRACIA IRRESISTIBLE

Una vez más, este cuarto punto de la creencia del sistema calvinista, es el resultado lógico de todo lo que hemos visto anteriormente. Si los hombres son incapaces de salvarse a sí mismos debido a su naturaleza caída, y si Dios se ha propuesto salvarlos, y Cristo ha consumado la salvación de ellos, entonces, se deduce por lógica que Dios debe también proveer los medios para llamarles a los beneficios de la salvación que Él ha obtenido para ellos. Sin embargo, el sistema calvinista de teología, aunque profundamente lógico, es mucho más que un mero sistema lógico. Es un sistema de creencia bíblica pura, que se encuentra firmemente apoyado en la Palabra de Dios. Entonces, la doctrina de la gracia irresistible no es un invento de los hombres que redactaron los Cinco Puntos del Calvinismo en el Sínodo de Dort, sino la manifiesta revelación de la santa Palabra de Dios. Por ejemplo, Romanos 8:30 dice: "Y a los que predestinó, a éstos también llamó." Es decir, Dios no sólo elige a los hombres y mujeres para la salvación; Él también llama a todos aquellos que Él ha elegido.

¿Qué quiere decir "gracia irresistible"? Nosotros sabemos que cuando el Evangelio es predicado en la iglesia, o al aire libre, o a través de la Palabra de Dios leída, no todas las personas hacen caso de su llamado. No todas las personas llegan a ser convencidas de sus pecados y de su necesidad de Cristo. Esto explica el hecho de que hay dos llamamientos. Existe no sólo un llamamiento externo; sino también uno interno. El llamamiento externo puede ser descrito como: "las palabras del predicador," y este llamamiento, cuando es realizado, puede obrar de diferentes maneras, en decenas de diferentes corazones, produciendo diferentes resultados. Sin embargo, hay una cosa que este llamamiento no puede hacer: no efectuará la obra de salvación en el alma pecadora. Para que una obra de salvación sea forjada en el alma, el llamamiento externo debe ir acompañado por el llamamiento interno del Espíritu Santo de Dios, porque es Él quien "convencerá de pecado, de justicia y de juicio." (Juan 16:8). Y cuando el Espíritu Santo llama por Su gracia a un hombre, a una mujer o a una persona joven, este llamamiento es irresistible: es decir, este llamado no puede ser frustrado, porque es la manifestación de la gracia irresistible de Dios.

Esta enseñanza es sustentada una y otra vez en la Palabra de Vida de Dios, como por ejemplo, en los siguientes versículos y pasajes:

1.- "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera." (Juan 6:37). Note que son aquellos que el Padre ha dado a Cristo (los elegidos), los que vendrán a Él; y cuando vienen a Él, no son echados fuera.

2.- "Nadie puede venir a mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final." (Juan 6:44, RVA). Aquí, nuestro Señor está diciendo simplemente que es imposible que los hombres vengan a Él por sí mismos; el Padre debe traerlos.

3.- "Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí." (Juan 6:45). Los hombres pueden oír el llamamiento externo; pero son aquéllos que han sido enseñados por el Padre, quienes responderán y vendrán a Cristo. Así, con Simón Pedro: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos." (Mateo 16:15-17).

4.- "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." (Romanos 8:14).

5.- "Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia." (Gálatas 1:15).

6.- "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable." (1 Pedro 2:9).

7.- "Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo. . ." (1 Pedro 5:10).

Ciertamente, una ilustración notable de esta enseñanza de la gracia irresistible o llamamiento eficaz, es el incidente del cual leemos en Hechos 16. El apóstol Pablo predicaba el Evangelio a un grupo de mujeres junto al río, en Filipos; y mientras él estaba hablando: "Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía." (Hechos 16:14). Pablo, el predicador, habló a los oídos de Lidia, y este es el llamamiento externo. Pero el Señor habló al corazón de ella, y este es el llamamiento interno de la gracia irresistible.

Los arminianos creen que hombres y mujeres tienen la capacidad de resistir el llamado del Evangelio de Dios, y así lo hacen. Por lo tanto, ellos se oponen diciendo que no puede haber tal doctrina de la gracia irresistible de Dios. Nosotros creemos que hombres y mujeres no sólo pueden resistir el Evangelio de Dios, como de hecho lo hacen; sino que también, debido a su naturaleza caída, deben resistir el Evangelio de Dios. Por lo tanto, es necesaria la existencia de una doctrina como la doctrina de la gracia irresistible. En otras palabras, nuestras almas deben ser puestas bajo una influencia más grande que nuestra propia naturaleza, más grande que nuestra resistencia, o de lo contrario estamos destinados a ser condenados para siempre, puesto que "el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios." (1 Corintios 2:14). Hay tres grandes fuerzas que trabajan en la obra de la salvación del hombre:

1.- La voluntad del hombre.
2.- La voluntad del Diablo.
3.- La voluntad de Dios.

¿Cuál de estas tres fuerzas tendrá la victoria? Si la voluntad de Dios no resulta victoriosa en este asunto de la salvación, entonces, resultará victoriosa la voluntad del Diablo, porque él es más fuerte que nosotros. Thomas Watson, un antiguo puritano del siglo XVII, describió el asunto, vívidamente, en las siguientes palabras: "Dios cabalga con fuerza, conquistando en el carro de Su Evangelio. . . Él conquista el orgullo del corazón y hace que la voluntad, la cual se resistía como una fortaleza real contra Él, se rinda y doblegue ante Su gracia; y hace sangrar al corazón de piedra. ¡Oh, este es un poderoso llamamiento! ¿Por qué, entonces, algunos hombres parecen hablar de una persuasión moral? ¿Por qué dicen que en la conversión de un pecador, Dios sólo persuade moralmente y nada más? Si en la conversión, Dios sólo pudiera persuadir moralmente y nada más, entonces Él no pondría mucho más poder en la salvación de los pecadores, de lo que el Diablo hace para su destrucción."

¿Cuál voluntad obtendrá la victoria? ¿La nuestra? Pero, ¿acaso no se resistía, de hecho, como una fortaleza real en contra del Señor? "Y no queréis venir a mí para que tengáis vida." (Juan 5:40). ¿Acaso la victoria será de la voluntad del Diablo? Entonces, quién podría ser salvado jamás, puesto que la voluntad suya será siempre más fuerte que la nuestra. Pero, ciertamente, este es el Evangelio, que "uno más fuerte que el fuerte" aparece conquistando y para conquistar, en el carro de Su Evangelio; y Él, efectivamente, conquista a Satanás, como también al hombre débil, todo para la alabanza de Su irresistible gracia. (Vea Lucas 11:21-23).

5. LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS (Los verdaderos creyentes)

Ahora, como punto final, la doctrina de la perseverancia de los santos. Con el fin de resumir, vamos a referirnos otra vez a la Confesión Bautista, la cual está de acuerdo en este punto con las otras confesiones históricas de fe. "Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y ha llamado eficazmente y santificado por Su Espíritu, y a quienes ha dado la preciosa fe de Sus elegidos, no pueden caer ni total ni definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán en él hasta el fin, y serán salvos por toda la eternidad, puesto que los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. . ." (Confesión Bautista de 1689, Capítulo 17; párrafo 1). Nuevamente vamos a demostrar que esto es exactamente lo que las Escrituras nos enseñan.

"Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?. . . Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." (Romanos 8:29-31; 38-39).

Otra vez, tenemos que reconocer el hecho de que, todo lo que los hombres del Sínodo de Dort (y todos aquellos que enseñan de la misma manera), estaban haciendo, era poner dentro de un pequeño esquema, en una forma sistemática, las enseñanzas del Evangelio de la libre y soberana gracia de Dios. Si el hombre no puede salvarse a sí mismo, entonces Dios debe salvarle. Si no todos los hombres son salvos, entonces Dios no ha salvado a todos. Si Cristo ha hecho la satisfacción por pecados, entonces, esta expiación es por los pecados de aquellos que son salvados. Y si Dios se propuso revelar esta salvación en Cristo a los corazones de todos aquellos a quienes Él escogió salvar, entonces, Dios proveerá los medios necesarios y eficaces para realizarlo así. Por lo tanto, si habiendo decretado salvar, habiendo muerto para salvar, y habiendo llamado a la salvación a aquellos que jamás se salvarían por sí mismos; entonces, Él también preservará a aquellos salvados hasta la vida eterna, para la gloria de Su Nombre.

De este modo, siguiendo la depravación total, la elección incondicional, la expiación limitada, y el llamamiento eficaz, llegamos a la perseverancia de los santos. "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo." (Filipenses 1:6). La Palabra de Dios contiene múltiples referencias acerca de esta bendita verdad. "Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero." (Juan 6:39). "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." (Juan 10:28). "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida." (Romanos 5:10). "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. . ." (Romanos 8:1).

Este es el sello del creyente, que él pertenece a Cristo; que él está perseverando en las cosas de Cristo; que él está procurando tanto más hacer firme su vocación y elección. (Vea 2 Pedro 1:10). El creyente en Cristo puede caer en la tentación, pero el Señor "no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." (1 Corintios 10:13). Así que el creyente se fortalecerá y seguirá fortaleciéndose cada vez más, en las cosas relacionadas con su salvación, para la gloria de Cristo.

Los versículos incomparables de Romanos 8:28-29, muestran la lógica en la salvación eterna de Dios; la lógica que el Calvinismo afirma. La salvación que comienza en la mente y el propósito de Dios, debe terminar en el completo cumplimiento de Su inquebrantable propósito de que "aquellos que antes conoció," sean unidos eternamente con su Salvador.

CONCLUSIÓN

Entonces, en una forma general, esta es la enseñanza que algunas veces es llamada Calvinismo. Lejos de ser una innovación del hombre, esta es la doctrina de la Palabra de Dios, claramente formulada y expuesta.

Sin embargo, seguramente surgirá la pregunta: pero, ¿no estorba la obra evangelística, esta doctrina del Calvinismo? Una rápida mirada a la historia de la Iglesia de Cristo en este mundo, será suficiente para invalidar tal opinión. Porque encontraremos que el Evangelio ha florecido más en los lugares y en los tiempos en que el pueblo de Dios ha sostenido estas doctrinas de gracia cerca de sus corazones. Pensemos en el celo de William Carey, que le condujo desde su taller de zapatos hasta hacer la obra evangelística por Cristo en la India. William Carey era un sólido calvinista, como también lo fue Andrew Fuller, otro bautista que ayudó a formar la Sociedad Bautista Misionera. Considere las siguientes palabras del piadoso David Brainerd, aquel hombre que creyó que los indios pieles rojas, al igual que los hombres blancos, tenían también un alma: "Y entonces tuve dos deseos," escribe Brainerd en su diario, "mi propia santificación, y la salvación de los elegidos de Dios." Uno de los más grandes evangelistas de los tiempos modernos fue el también calvinista George Whitfield; no obstante, su calvinismo nunca frustró o impidió su predicación del Evangelio de Cristo: "Con cuánta pasión divina," se dijo de él, "exhortó a los pecadores a volverse a Cristo."

El Calvinismo, si podemos usar esta palabra sin que seamos malentendidos, fue también el Evangelio de Robert Murray M'Cheyne, como también lo fue de Andrew Bonar, y William Burns, aquel gran líder del avivamiento y misionero en China. Mártires, Reformadores, líderes de la Iglesia de Cristo en la tierra, cuando hablan del Evangelio que ellos predicaron y por el cual murieron, hablan del Evangelio de la gracia salvadora de Dios para su rebaño elegido. ¿Cómo podría comenzar uno a enumerarlos? Lutero, Calvino, Tyndale, Latimer, Knox, Wishart, Perkins, Rutherford, Bunyan, Owen, Charnock, Goodwin, Clavel, Watson, Henry, Watts, Edwards, Whitefield, Newton, Spurgeon, todos ellos son sólo un puñado del noble ejército de testigos de la verdad de la gracia soberana. ¿Acaso su labor para el Señor sufrió tropiezos por lo que creían? Y, ¿qué es lo que creían? Ellos creían que Dios es el Soberano Señor. Ellos se atrevieron a creer que adoraban y servían a un Rey que hace "todas las cosas según el designio de su voluntad." (Efesios 1:11). Bien dijo el príncipe de los predicadores, Charles Haddon Spurgeon: "He conocido hombres que muerden sus labios y rechinan sus dientes llenos de ira, cuando predico la soberanía de Dios. . . los doctrinarios de hoy admitirán un Dios, pero claro, Él no debe ser un Rey." ¿Acaso podemos decir que Spurgeon estorbó al Evangelio? Y sin embargo, ¡cuántos se han levantado en lucha contra él, a causa de su doctrina! Él diría: "somos menospreciados como 'sectarios' (hipercalvinistas), escasamente algún ministro voltea a vernos o habla favorablemente de nosotros; debido a que sostenemos fuertes convicciones acerca de la soberanía de Dios, y Su elección divina y amor especial hacia Su pueblo."

Quizás una palabra del mismo gigante de la iglesia servirá como una exhortación final, para que nos aferremos con firmeza a estas benditas verdades de la Palabra de Dios y las proclamemos con denuedo, para la alabanza de Su nombre. "La antigua verdad que Calvino predicó, que Agustín predicó, que Pablo predicó, es la verdad que yo debo predicar hoy o de lo contrario sería falso a mi conciencia y a mi Dios. Yo no puedo darle forma a la verdad, y no sé cómo limar las asperezas de una doctrina. El Evangelio de John Knox es mi Evangelio; aquel Evangelio que tronó a través de toda Escocia, debe tronar otra vez a través de toda Inglaterra." Amén y Amén.

domingo, 14 de julio de 2013

EL CHANTAJE COMO HERRAMIENTA

EXCELENTE DESCRIPCION, SOBRE LA MANIPULACION A LA QUE SON SOMETIDOS MILES DE EVANGELICOS

CHANTAJE EMOCIONAL (Gabriel Guzmán)
si alguien te hace sentir culpable para sacar provecho de ello, si alguien te amenaza si no haces lo que te sugiere, si alguien te castiga o te ignora si no haces lo que te pide.
El chantaje emocional es una técnica de manipulación psicológica que usa una persona o personas para lograr conseguir algo que desea.
Ud. puede decir "si" o "no" o "lo pensaré". El chantajista emocional no cejara que Ud. piense demasiado, sino que decida en el momento y para eso utilizara diferentes tácticas para lograr que Ud. haga lo que el quiere que Ud. haga.

Chantaje emocional usando la CULPABILIDAD ( Ud. esta así porque no da para Dios)
Chantaje emocional usando el MIEDO( El devorador destruirá su vida, las maldiciones vendrán)
Chantaje emocional usando el CARIÑO (si Ud. amara a Dios lo haría…)
Chantaje emocional usando el "DEBER" (es tu deber hacer esto…o aquello)
Chantaje emocional usando el DINERO (Si Ud. da tendrá mucho mas)
ALGUNAS TECNICAS QUE USAN LOS CHANTAJISTAS
LA COMPARACION NEGATIVA
El chantajista trata de debilitar a la persona, si una persona está insegura es más fácil de manipular. Usar la comparación negativa es una forma de menoscabar a las personas. Se usa una persona conocida a la que se le atribuye todas las cualidades
Por ejemplo comparar a Ud. con las "conquistas materiales" o el "ministerio" que otra persona logró y que Ud. no consiguió nada todavía, comparan asi la vida de esa persona con la suya, etc (intentando despertar la codicia en Ud.) o mostrando su incapacidad para luego aconsejarle como hacer!!
UD NO TIENE FE O NO CREE EN DIOS
Tal vez Ud. está triste o pasando un mal momento, y eso lo lleva a aferrarse mas a Dios, pero el chantajista emocional se aprovechara de eso para manipular tus emociones diciéndote que no crees en Dios o no tienes fe por el simple hecho de no hacer lo que el pastor (el chantajista emocional) te esta pidiendo


LA MOTIVACION
,"motivar a las personas hacia una meta "un supuesto bien para todos". Se lo hace cuando intentan hacer ver el beneficio que obtendrán personalmente al involucrarse en el proyecto. La motivación es "mover a las personas hacia un bien común". Un bien donde ganamos "todos" (supuestamente)
Además del hecho de que ese supuesto" bien para todos" y la organización siente el impacto positivo de la motivación, se suma el beneficio de que las personas que fueron motivadas se sienten contentas y realizadas al ser parte de algo grande segun la vision del lider que por supuesto sera el unico

ganador alli.

LA SUGESTION
La sugestión es un estado psíquico provocado en el cual el individuo experimenta las sensaciones e ideas que le son sugeridas y deja de experimentar las que se le indica que no sienta.funciona como la hipnosis en donde la persona obedece a las voz del himnotizador haciendo que este haga todo lo que oye debe hacer.
De la misma forma sucede con las promesas de éxito y prosperidad que les ofrecen los pastores a sus fieles. existe también la autosugestión. Si somos sugestionables o credulos, podemos crear nosotros mismos enfermedades imaginarias y también reales, pero también por sugestión poden llegar a desaparecer.
De ahí el hecho de que muchas personas que fueron “supuestamente curadas” en estas iglesias, como se las sugestiona que si Ud. abandona la denominación todos sus problemas volverán a su vida, y al haber sido ella” curada por autosugestión o emoción” al salir de esta iglesia cree que los problemas apareceran.(pero ella los asocia a los “demonios” y por miedo regresa nuevamente a la iglesia) no esta ajeno a estos grupos el diablo, verdadero enemigo que muy interesado tiene a todos engañados haciendo uso de sus poderes el cual no dudara en fabricar algun milagro real.


EL ABUSO DEL AMEN
algo tan extendido en casi todas las iglesias. Cuando se pregunta, "¿Cuántos dicen Amén", se está presionando a la gente a expresar su acuerdo con lo dicho
"Repita después de mí" o "Diga a la persona que está a su lado" tal o cual cosa. Es tratar al público como a tontos, incapaces de pensar con cabeza propia.
DIOS TE ESTÀ PIDIENDO
El mas famoso de todos sin ninguna duda es el “Dios te esta pidiendo” o “Es para Dios”.
Con estas frases se lleva a las personas a sentirse “rebeldes” por algo que “Dios les esta pidiendo o diciendo” y ellas lo están rechazando.
EXTRA ECCLESIAM NULLA SALUS
significa: "Fuera de la Iglesia no hay salvación". Es un dogma de la Iglesia católica, definido en la forma, "es absolutamente necesario para la salvación de toda criatura humana que esté sujeta al Romano Pontífice" .
De igual manera hoy pasa en las iglesias evangélicas, ud sale de una de ella y sus lideres dicen que “Ud. se alejo de Dios”.
Salido del grupo se prohíbe al resto de los adeptos tener ningún tipo de contacto con el “descarriado”, se habla de él como un traidor, un endemoniado, un elemento peligroso y dañino.
A todo esto se une que no tiene otros amigos o referencias que los que la secta le ha estado proporcionando durante años, por lo que se pueden causar sentimientos de culpabilidad, temor, vacío, etc. y graves trastornos de personalidad.
En una iglesia sectaria se tachará de apóstata, oveja negra, elemento dañino y cosas semejantes al que la abandone.
Sutilmente o no, se procurará que el resto de los fieles no tomen contacto con él. Se darán casos en los que incluso miembros de una mismas familia, profesantes de la fe cristiana, rompan toda relación los unos con los otros.
PARA FINALIZAR: Dios quiera que con estas palabras pueda ayudarte a no caer en las garras de un grupo sectario o despótico, y que si estás en él, al menos puedas tener tus ideas más claras y que si un día pasas a ser víctima, no digas que nadie te advirtió.
Gabriel Guzmán

miércoles, 10 de julio de 2013

¿Por qué la vara y el cayado infunden aliento? (salmo 23.4)


Dios como padre y nosotros en ese rol:

Hebreos nos aclara las palabras de este Salmo, naturalmente pensaremos que estos instrumentos producen dolor, y no aliento, y  es así, pero hay gran diferencia entre un fin y otro,  entre la corrección de Dios para los suyos y el tropiezo del incrédulo, el resultado es diferente.

Todos los seres humanos sufrimos dolores, tanto creyentes como incrédulos, a unos les trae beneficio en su carácter cristiano, más al otro que se sostiene bajo la ira de Dios, estas cosas actúan en forma contraria, pero la diferencia es bien clara, el castigo o disciplina produce buen fruto y  apacible (Hebreos 12.11) en cambio al incrédulo, solo dolor, el creyente avisado y acostumbrado, mira hacia atrás luego de algún mal momento y puede ver el beneficio obtenido en su carácter cristiano, esto le alienta a seguir, en cambio el incrédulo ve allí solo tristeza y perdida de tiempo.

La Biblia enseña que Dios al que ama disciplina (Hebreos 12. 6) y castiga a todo aquel que recibe por hijo, esto a causa de sus pecados o rebeldías, cosa que al comienzo trae tristeza, (2 Corintios 7.10) igual que al incrédulo en sus dificultades, mas a este la tristeza lo enferma, (deprime) más al creyente entendido le trae arrepentimiento para salvación, en cambio el otro caso tristeza para muerte, este mira hacia atrás en su vida y recuerda solo cuanto sufrió.

También Hebreos 12 nos enseña sobre no menospreciar el efecto que producen los momentos difíciles,(a veces largos) que nos llevó a preguntándonos el ¿por qué?,

Esto no es sabio, sino que debemos acostumbrarnos o ser ejercitados en ella para ser conformados a la imagen de cristo, nunca olvidemos que somos aprendices o que estamos en la escuela de Dios, y que todo lo que nos ocurre es a causa del propósito principal que es nuestra santificación.   

Muchos nos estancamos por no comprender el efecto y propósito, y  no arrepentirnos de lo necesario, cosa que alarga la instrucción, de allí que Hebreos nos dice sobre ejercitarnos o ser comprendidos de cuál es la voluntad agradable y perfecta del propósito de Dios en estas situaciones.

Para esto es necesario vernos sinceramente en que estamos pecando y arrepentirnos, para salir adelante fortalecidos, y no intentar esconder  el problema, sino confesar, (Proverbios 28.13)

 1 de Juan 1.9 Nos enseña que el señor es fiel y justo para perdonarnos, y además como evidencia del genuino perdón luego del clamor, el creyente comprobara que fue limpiado.

Ahora esto ¿es el final  de nuestros problemas?...  mala noticia: decididamente no.

Esto solo nos evita el principal problema que fue perdida de comunión con Dios, el resto de los problemas consecuencia de vivir en un mundo rebelde a Dios, seguirán allí, además tampoco se esfuman las oposiciones  propias de predicar a cristo, como tampoco fue la eliminación de todo nuestros pecados.

Este tema es muy ejemplificador  también para los que son padres, vemos Dios aplica su fórmula para la educación esta es; amor, enseñanza y disciplina.

En el pasaje de Hebreos que estamos viendo se nos dice algo sobre la disciplina aplicada por nuestros padres “según les parecía”(12.10) y allí reside una buena enseñanza para aprender a disciplinar a los hijos, doctrina amor y disciplina forman el método equilibrado para lograr buen fruto, ahora estos métodos no deben ser aplicados de forma separada, oímos a muchos que nos dicen que debemos educar con amor, y otros pura disciplina, otros con la educación, lo que fomenta o hijos débiles o duros, o muy inteligentes, pero sin dominio de sus lenguas, según que les apliquen.

Saber intercalar según la necesidad, es seguro, buen resultado, sin olvidar el orar para que tenga efecto ya que de nada nos sirve edificar si no está Dios en el asunto (Salmo 127.1) estas cosas agregadas a la enseñanza disciplinada en familia de la palabra de Dios traerá crecimiento y salud al hogar, pero sin olvidarnos que para disciplinar debemos ser disciplinados, y para enseñar, aprendidos, y para amar, comprobar mediante la escritura cuanto que fuimos amados en la cruz de cristo.

Por ultimo, recordemos que si se los deja sin disciplina seremos los primeros en sufrirlo.

 

MENSAJES BIBLICOS

domingo, 7 de julio de 2013

SOMOS PROFETAS ACTUALES


Profeta en sentido bíblico no es en primer lugar aquel que prevé el futuro. Es aquel que analiza el presente, identifica tendencias, generalmente desviadas, hace advertencias y hasta amenazas. Anuncia el juicio de Dios sobre el curso presente de la historia y hace promesas de liberación de las calamidades, los actuales, maestros o predicadores para esto, se basan en la revelación de las escrituras para predecir, exhortar o anunciar.

 

A partir de las tendencias captadas, hace previsiones para el futuro. En el fondo afirma: si continúa este tipo de comportamiento de los dirigentes y del pueblo sucederán fatales desgracias. Éstas son consecuencia de las violaciones de leyes sagradas. Y ahí proyectan escenarios dramáticos que tienen una función pedagógica: hacer entrar a todos en razón y en la observancia de lo que es justo y recto delante de Dios y de la naturaleza.

 

Leyendo a algunos profetas del Antiguo Testamento y también advertencias de Jesús(*) sobre la situación de los tiempos futuros, casi espontáneamente nos acordamos de nuestros dirigentes y de su comportamiento irresponsable ante los dramas que se están preparando para la Tierra, para la biosfera y para el eventual destino de nuestra civilización.

 

Hace días en algunas partes del mundo se ha roto la barrera considerada como la línea roja que debería ser respetada a toda costa: no permitir que la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera llegase a 400 partes por millón. Y lamentablemente ha llegado. Alcanzado este nivel, difícilmente el clima calentado volverá atrás. Se estabilizará y podrá seguir subiendo. La Tierra quedará calentada unos dos grados centígrados, o más. Muchos organismos vivos no conseguirán adaptarse, pues no tienen cómo minimizar los efectos negativos, y acabarán desapareciendo. La desertificación se acelerará; se perderán cosechas, miles de personas tendrán que abandonar sus lugares a causa del calor insoportable y la imposibilidad de garantizar su alimentación.

 

En un contexto así leo al profeta Isaías. Vivió en el siglo VIII a. C., uno de los periodos más conturbados de la historia. Israel se encontraba exprimida entre dos potencias, Egipto y Asiria, que se disputaban la hegemonía. Tan pronto era invadido por una de estas potencias como por la otra, dejando un rastro de devastación y de muerte.

 

En este contexto dramático Isaías escribe un capítulo entero, el 24, en una línea de devastación ecológica. Las descripciones se asemejan a lo que puede sucedernos a nosotros si las naciones del mundo no se organizan para parar el calentamiento global, especialmente el abrupto, ya avisado por notables científicos, que podría ocurrir antes de finales del presente siglo. Si efectivamente ocurriera, la especie humana correría un gran riesgo de ser diezmada y de que se destruyera gran parte de la biosfera.

 

Debemos tomar en serio a los profetas. Ellos descifran tendencias en una perspectiva que va más allá del espacio y del tiempo. Por eso también nuestra generación podría estar incluida en sus amenazas. Transcribo partes del capítulo 24 como advertencia y material de meditación.

◦“Lo mismo sucederá al acreedor y al deudor. La Tierra será totalmente devastada. Ha sido profanada por sus habitantes porque trasgredieron las leyes, pasaron por encima de los preceptos, rompieron la alianza eterna. Por esta razón, la maldición ha devorado la Tierra, la culpa es de los que en ella habitan… La Tierra se rompe, se resquebraja, es sacudida fuertemente. La Tierra se tambalea como un borracho, se agita como una cabaña… La luna se sonrojará y el sol tendrá vergüenza”.

 

Jesús, nos advierte: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y peste y terremotos en diversos lugares” (Mateo 24,7). “En la Tierra los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Las gentes desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán” (Lucas 22,25-27).

 

¿No ocurren escenas semejantes en los tsunamis del sudeste de Asia, en Fukushima en Japón, en los grandes tornados y ciclones como el Katrina y el Sandy en Estados Unidos y en otros lugares del planeta? ¿Las personas no se llenan de pavor al presenciar tal devastación y ver el suelo cubierto de cadáveres? Estas catástrofes no suceden por casualidad, suceden porque hemos reiteradas veces roto la alianza sagrada con el Dios creador de  la Tierra y sus ciclos. Son señales y analogías que nos llaman a la responsabilidad.

 

Curiosamente, a pesar de todos estos escenarios de destrucción, la palabra profética termina siempre con esperanza. Dice el profeta Isaías: “Dios quitará el velo de tristeza que cubre a todas las naciones. Enjugará las lágrimas de todos los rostros… Aquel día se dirá: este es nuestro Dios, en quien hemos esperado y Él nos salvará” (25,7.9). Y Jesús remata prometiendo: “cuando empiecen a suceder estas cosas, animaos y levantad la cabeza porque se acerca la liberación” (Lucas 21,28).

 

Tomado de Paulo Aurelio

martes, 2 de julio de 2013

¿Qué hacer¿ cuándo no hay una Iglesia fiel donde vives

Desde los tiempos de la Reforma, los creyentes tienen que hacer frente, esencialmente, a los mismos problemas. Uno de ellos, y de los principales, aparece recurrente allí donde todavía no hay una congregación que fielmente predique la Palabra y administre los sacramentos, así como ejerza debidamente la disciplina eclesiástica. Es decir, una iglesia verdadera, según la doctrina y la forma de gobierno bíblica. En definitiva, una iglesia de la Reforma. Allí donde esta todavía no se encuentra, ¿se tiene uno que congregar en una iglesia manifiestamente herética e idólatra?

Dado que el problema es siempre el mismo, resulta de sumo provecho para nosotros comprobar cómo los antepasados espirituales lo afrontaron. En ningún caso veremos que los Reformadores del siglo XVI aconsejaran transigir con la idolatría o la herejía.

A principios de julio de 1556, el reformador escocés escribió una carta de consejos a unos creyentes en Escocia en esta misma situación. ¿Qué es lo que les aconseja? En una sola palabra: la centralidad absoluta de la Escritura. Esta debe ser leída y meditada a diario, tanto personalmente como en familia. Pero, sobretodo, destaca los consejos que les da para que, a falta de poder congregarse para la adoración pública, por lo menos los creyentes se reunieran, al menos una vez por semana, para leer la Biblia y orar en común –lo que hoy diríamos una reunión de “estudio bíblico”– todo ello a la espera de que el Señor pudiera proveer un ministerio de la Palabra para que la Iglesia local fuera debidamente establecida.


«Considerando que Pablo llama a la congregación «el cuerpo de Cristo,» del cual cada uno de nosotros somos un miembro, y enseñándonos con esto que ningún miembro puede sustentarse y alimentarse por sí mismo sin la ayuda y el apoyo de otro; creo que es necesario que se tengan estudios y conferencias sobre las Escrituras como reuniones entre hermanos. Como Pablo nos da el orden que se debe observar para esto [1 Cor. 14:26-29], solo quiero señalar que cuando os reunáis, que sería bueno hacerlo una vez a la semana, que vuestro comienzo fuese confesando vuestras ofensas e implorando que el Espíritu del Señor Jesús os asista en todos vuestros proyectos y metas espirituales. Después que se lea alguna porción de las Escrituras clara y modestamente, tanto que se crea suficiente para esa ocasión o tiempo. Cuando se haya terminado, si algún hermano tiene exhortación, pregunta, o duda que no tenga temor en hablar o tratarla allí mismo, haciéndolo con moderación, ya sea para edificar o para edificarse. Y de esto no dudo que vendrá gran provecho. Porque, primero, al oír, leer, y estudiar las Escrituras en éstas reuniones, ayudarán a examinar el juicio y la actitud de las personas, su paciencia y modestia serán conocidas, y finalmente se exhibirán sus dones y expresiones. Por otro lado deben evitarse en toda ocasión y en todo lugar el palabrerío, las interpretaciones largas y aburridas y la terquedad en puntos controvertidos. Pero por encima de todo cuando se reúnan como iglesia, allí nada debe tenerse en cuenta más que la gloria de Dios y el consuelo o edificación de los hermanos.

Si algo brota del texto en discusión o en el debate que vuestro juicio no puede resolver o vuestras facultades no pueden captar, que eso se anote y se escriba antes de despedir la reunión, para que cuando Dios provea solución al asunto, vuestras dudas que brotaron sean resueltas con más facilidad. Por otro lado si tenéis la oportunidad de escribir o comunicaros con otros, vuestras cartas manifestarán vuestro gran deseo que tenéis de Dios y de su verdadera religión. No dudo que ellos según sus talentos procurarán y os otorgarán su fiel trabajo para satisfacer vuestras peticiones devotas. En cuanto a mí mismo hablo lo que pienso: emplearía quince horas con gran gusto (según le plazca a Dios en darme de su iluminación) para explicarles alguna porción de las Escrituras, que gastar media hora en otra cosa.

Además, me gustaría, que en la lectura de las Escrituras, tomen juntos algunos libros del Antiguo Testamento y algunos del Nuevo, como Génesis y alguno de los Evangelios, Éxodo con otro libro, etc., pero siempre terminando los libros que comenzasteis (según permita el tiempo). Pues os confortará el oír la armonía y acuerdo del Espíritu Santo hablando en nuestros padres desde el principio. Os confirmará en estos días peligrosos al contemplar la faz de Jesucristo, el amado esposo, y su iglesia, desde Abel hasta Cristo mismo, y de Cristo hasta este día, que hay unidad y un mismo propósito en todas las generaciones. Estudiad con frecuencia los Profetas y las Epístolas de Pablo. Pues la abundancia de asuntos muy confortadores que se hallan allí requiere ejercicio y buena memoria. De igual manera así como vuestras reuniones deben comenzar con confesión y suplica del Espíritu de Dios, así también deberían terminar con acción de gracias y ruegos por los gobernantes y magistrado, por la libertad del Evangelio de Cristo que corra libremente, por el consuelo y libertad de nuestros hermanos que aún están bajo tiranía y servidumbre, y por otras tales cosas que el Espíritu del Señor Jesucristo os enseñe que os es provechoso, ya sea para vosotros mismos, o para vuestros hermanos dondequiera que estén».


 

 

lunes, 1 de julio de 2013

ESPECTACULO PENTECOSTAL


Comienza el llamado culto a Dios:

Las hermanas pastorean (ministra) en las iglesia  dirigen y animan, el pastor mira condescendiente como su esposa toma control de la congregación, poniéndose por encima de todos los hombres, ancianos inclusive desechando el mandato de la escritura, Hablan en " lenguas” todos a la vez contra las enseñanzas de Pablo y encima nadie interpreta, todos oran en voz alta con música fuerte de fondo, alguno aplaude otro llora y alguno ríe. El ministro de música levanta su canción tratando de apurar las emociones en medio de niñas meneando banderas al mejor estilo umbanda, en derredor de estos abominables coloridos altares.

Luego una interminable sesión de música melosa y estridente que hace que los ancianos no sepan a donde huir.

Luego de esto cuando las emociones se tratan de normalizar viene como un sacramento, la ofrenda, como parte de la “adoración” algo que nunca ni los apóstoles ni cristo enseñaron,  recordemos que el señor, dejo solo dos sacramentos, la santa cena y el bautismo, estos casi cristianos hacen de la ofrenda un rito de sacrificio personal que sin saber niega el que cristo realizo en la cruz  ya que agrega algo innecesario cuando le ofrecen su dinero como un acto de adoración, cosa blasfema si la hay.

Luego viene la inyección de ánimo de parte del predicador de turno, que se esforzara en levantar la autoestima de los oyentes con una larga lista de promesas dentro de las cuales están las consabidas prosperidades anunciadas con grandes festejos ya que es lo que la congragación esperan les digan; que serán bendecidos desde la cabeza a los pies.

Al final luego de la enseñanza que bien podría ser alguna lección de moral bañada de unos cuantos chistes de por medio, sin olvidarnos los llamados a conquistar el mundo tal Pinki y Cerebro viene la ministración, que incluye la imposición de manos del pastor y la pastora, que reparten la bendición que ellos “tienen” (textual) a sus hijos espirituales y  allí todo puede pasar, alguno tumbado por el suelo según el poder de su ungido pastor, otros cantan sin ton ni son, dentro del desorden general en donde se espera que “dios” haga algo por ellos ya que según dicen tienen derecho a arrebatar “su” bendición además de habérsela “ganado” a causa de sus diezmos y servicio desinteresados.

Con respecto a este tema, estos ministros le enseña a sus pobres ovejas, que  la bendición a vecés se frena a causa de sus pecados ataduras o demonios personales, pero estaría disponible, solo que se debe alcanzar por fe, orando, creyendo y confesando, o declarando sus deseos.

Al final salen hasta el domingo que viene creyendo que otra vez será, y lo peor que a esto le llaman el "mover" de Dios.

 

MENSAJES BIBLICOS