jueves, 9 de abril de 2015

TIEMPOS DE LA MEGAIGLESIA





El iglecrecimiento y la ilusión de un avivamiento en este tiempo es solamente reflejo de la ambición humana y la competencia entre los hombres, la Biblia no da muestras ni ejemplos de grandes congregaciones luego del gran número de pentecostés y  la iglesia de los apóstoles en Jerusalén vino la persecución y el desparramo, a lo que continuo un sistema en las casa y ocasionalmente algún lugar mas grande pero en pequeños grupos



 La teoría moderna de muchos, hoy busca el resultado como sinónimo de bendición cosa que las escrituras no lo hacen.


Este sistema de ganancia dicta que la forma de organizarse, las estrategias de evangelización, el discurso que se expone, el carisma del predicador o pastor de turno de la iglesia, sumado al trabajo en equipo es el detonante que hace crecer una iglesia.


Falso. Falso. Totalmente errado.


La Biblia dice: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que iban siendo salvos” (Hechos 2:47)


Si Jehová no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican.


Dios es el que hace crecer tu iglesia (cuando esa iglesia es de Dios), y ese crecimiento no se valora en números sino en la fe la templanza, la sabiduría, el amor, la santidad, el conocimiento y este tipo de cosas entre sus integrantes.


Humanamente pensamos y deseamos que el crecimiento de la iglesia sea numérico, que nuestras iglesias estén abarrotadas de gente, que se trabaje dinámicamente, etc.


No niego que esto sea lo deseado, pero el  ideal  humano en muchísimas ocasiones no es el de Dios el esfuerzo humanista, de  incluir a cualquiera creyendo hacerle un bien a Dios y a la humanidad se puede  chocar con una pared al comprobar de miembros que creíamos santos un día nos demuestra que su conversión fue efímera solo un buen actor, todo por ingresarlo a fuerza de trucos humanos, el afán y el activismo sin sujeción a las escrituras, en detrimento del entendimiento de la voluntad de Dios no aprovechará para nada, debemos tener muy en claro que quien convierte es Dios y no nuestra inventiva, aun  enseñando el evangelio Bíblico solo dependemos de el Espíritu para que cause el efecto deseado,


La mayor necesidad de una congregación no es crecer en numero sino en el conocimiento de Cristo,


Hay que entender que lo verdaderamente ideal lo construye Dios. Dios es Soberano, y también lo es en Su iglesia. Dios es el que construye su casa. Dios es el que salva.


Nosotros únicamente debemos ajustarnos a la obediencia fiel a las Escrituras, se llene o no, asi estemos solos nuestro deber es estar si queremos algún día oír estas palabras:


 Mateo 25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.


Una iglesia debe ser construida en base a la Palabra, una iglesia debe estar sometida a la Palabra. Una iglesia debe escuchar la Palabra, y sus métodos y estrategias deben ser amoldados a la Palabra.

En realidad la Palabra y el Espíritu Santo son los que van a hacer perfilar las estrategias de cualquier congregación local y estas serán tan particulares de acuerdo a la voluntad de Dios.


Por ello hablar de un bíblico iglecrecimiento, sería hablar de cuando la iglesia está creciendo en la fidelidad a la sana doctrina; cuando es obediente a los principios bíblicos.

Sería hablar de un avivamiento real que produce la Palabra en el corazón de las vidas rendidas ante la majestad del Salvador.


Creo que ahí es cuando podemos hablar de crecimiento.


No creo que el iglecrecimiento se construya en torno a las estrategias humanistas robadas al mundo como el cine el teatro las funciones de música y un desfile de eventos que no pueden cambiar la vida de un pecador ni le estamos dando la posibilidad de arrepentirse nunca, ya que para que permanezca no podemos cambiarle el espectáculo dominguero no lo aceptara, por lo tanto una vez que una congregación entro en ese declive de reemplazar la palabra de Dios por el entretenimiento jamás podrá salir de ello, y esto ha penetrado cancerígenamente en nuestras iglesias.


  Este fenómeno metodista (de métodos)  lo único que hace es hacer creer a una persona que por que esta en la iglesia que ya es “salvo”, y no se le muestra su condición humana con la verdad de las Escrituras. Así sólo se transforman impíos en creyentes meramente nominales. llenamos un salón de paganos bautizados.


EL IGLECRECIMIENTO HUMANISTA HACE REEMPLAZAR LOS DISCURSOS.


El iglecrecimiento humanista que ha permeado el discurso evangélico hace que el evangelismo moderno sea un discurso que se amolde al gusto del oyente, ese discurso generará adeptos felices y satisfechos con el oír lo que les es agradable, pero este discurso-predicación será tan ligero, que habrá cercenado la verdad de las Escrituras.


¿Dará esto los resultados deseados?, ¿Consentirá Dios el error doctrinal? ¿Será la Palabra de Dios la que se exponga?


El iglecrecimiento humanista ha entronizado su lógica psicológica motivacional que tiene buenos resultados en adeptos pero no salva a ninguno y este discurso de masas niega el poder y la autoridad de las escrituras preparadas por Dios para salvación, 2 Timoteo 3:16: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,



 EL IGLECRECIMIENTO  Y EL PRAGMATISMO EN REEMPLAZO DEL PODER DE LA PALABRA.


El iglecrecimiento moderno que se enseña en los seminarios evangélicos, apela a un entroniza miento del Metodismo (métodos y estrategias) y del Pragmatismo Resultadista comercial (dicen que los resultados son el objetivo práctico de todo proyecto evangélico).


Tristemente se ha hecho creer a la comunidad evangélica por ignorancia que tener una iglesia pequeña numéricamente es sinónimo de fracaso, y la poca membresía es
sinónimo de tener una iglesia obsoleta y en declive.

Desde el nacimiento de este concepto de Iglecrecimiento se ha minado el ideario bíblico de lo que es tener una congregación sana y sólida y relacionarla con lo numéricamente despampanante que pueda mostrarse, donde el activismo y el show litúrgico mediático deben primar, para que los adeptos se acerquen y congreguen.


Esto es parte del engaño que se profetizó que vendrían en los últimos tiempos.


El pragmatismo resultadista ha hecho que las iglesias cambien su manera de ver el mundo. El mundo evangélico de hoy relaciona iglesias pequeñas conceptualizándolas como “malas o enfermas” y equivocadamente las iglesias de hoy se acercan a vislumbrar conceptos de  iglesias “PLENAMENTE DINÁMICAS”, relacionándolas con en show evangélico, ese imaginario se ha convertido en el ideal que toda iglesia dice creer que debe poseer, "su" visión de como debería ser una congregación viene de lo que los hombres consideran exitoso y no de la palabra de Dios.


Por esto, es que muchos evangélicos catalogan fácilmente a las iglesias pequeñas, como que “esta iglesia está muerta”, este ideal actual enfrenta serios inconvenientes a la hora de evaluar una congregacion de un pueblo pequeño en donde seran catalogados de no tener vicion por  poca cantidad de miembroa. lo que lograron muchos llamados "grandes" es focalizar su esfurzo solo en las grandes ciudades donde se encuentra el poder economico concentrado en detrimento de la pequeñas, lo que evidencia que dificilmente se abocarian a la tarea en un perdido pueblo del interior.


EL IGLECRECIMIENTO HUMANISTA ENTRONIZA LA NUMEROLOGÍA EN REEMPLAZO DEL PODER MULTIPLICADOR DEL ESPÍRITU SANTO.


Si observamos muchísimas iglesias de corte pentecostal, y últimamente las de corte bautista y reformado, han sucumbido a la numerología, al poder de los números, entre ellas, la de la iglesia y movimiento de César Castellanos, (en la página web de www.centrorey.org descubrirá muchos de estos ejemplos).

¡Tantas iglesias hoy están tan enfrascadas erróneamente en estrategias que exaltan los números como son el 12, el 3, el 7, o 40, etc.!

Las estrategias hacen mostrar que el éxito está en el número; “reúne tus 12 discípulos; tendrás éxito asegurado”; “ayuna 3 días, o 7 días, o 40 días”. ¡Dios obrará si cumples con esos días! ”. “Cuarenta días con propósito cambiarán tu vida”; “7 pasos para ser de éxito en la vida o en el liderazgo”. Estos y cientos de ejemplos como estos verás en torno a las iglesias que han caído en el metodismo y pragmatismo herético. El iglecrecimento herético se nutre de todo lo que “aporte cantidad a la iglesia”.
Avanzando hacia la conclusión

Las Escrituras nos enseñan, “Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.” (1 Juan 4:5, 6). Si observamos el contexto del autor y el mensaje del apóstol Juan en esta carta, nos daremos cuenta que Juan es un apóstol radical; para él, sólo hay hijos de Dios o hijos del diablo, creyentes y no creyentes, hay Cristo y anticristos, hay vivos y muertos. ¡Aquí en este versículo el apóstol Juan está declarando una verdad!,


El mundo no va a escuchar un mensaje verdadero e inmaculado, no va a querer escuchar la verdad, sólo escucha la mentira, porque no está en Dios, y la idea bíblica es hablar el mensaje de Dios, todo el consejo de Dios, así el mundo no lo desee oír.

Un púlpito evangélico debe delinear todo el consejo de Dios, debe exponer las Escrituras de principio a fin, debe trazar la verdad aunque esto espante a muchos, aunque esto alarme a los corrompidos, porque eso es lo que Dios y su Espíritu usan, sólo Su Palabra.


Y esto lo haremos sabiendo el costo que vendrá a una iglesia verdaderamente sana y santa. Esto dice también las Escrituras, “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:19).


Una iglesia que expone la verdad va a ser mal vista, va a ser aborrecida, va a ser catalogada de intolerante. Porque sencillamente dice la verdad.


Los crecimientos que vemos hoy en las iglesias, muchos de ellos, casi me atrevería a asegurar que un 90% de esos crecimientos son ficción evangélica, falsos, son cáscara, son producto de la manipulación, producto de las estrategias traídas del mundo de la mercadotecnia, con luces efectos especiales y buen sonido.


Les doy un ejemplo erróneo y herético de este sistema de iglecrecimiento anticristo.

Analicemos esta frase dada por el Sr. Rick Warren.... “Es mi profunda convicción de que cualquiera puede ser ganado para Cristo, si usted descubre la clave de su corazón. . . Puede tomar algún tiempo identificarlo. Pero el lugar más probable para comenzar es con las necesidades de la persona.” (Escrito en su famoso y herético libro “Una Vida con Propósito”)

Este hombre Rick Warren dice que eso puede tardar pero que debemos avanzar y comenzar por descubrir las necesidades de las personas.  ¡Esta es una estrategia NO bíblica! El atender las supuestas necesidades de las personas, no nos harán ganar personas para Cristo, todas tiene necesidad de salvación.

Pero por esta sencilla razón muchas iglesias han tenido el “éxito” de ver sus congregaciones llenas, pero llenas de personas que nunca han nacido de nuevo, sólo son meros feligreses, profesantes sedientos que les suplan sus "necesidades".


Muchas de esas estrategias han hecho - doy un ejemplo - ya que la necesidad del joven es la música, que se nutran y diviertan en los “conciertos espirituales” donde invitan al salmista de “éxito” de turno y cero palabra de Dios.

Este es el típico crecimiento de Rick Warren, apuntar a la “necesidad humana”, “pan y circo” como en el imperio romano.

Dios respalda Su Palabra cuando es expuesta en honestidad. y sólo Dios puede hacer nacer de nuevo a los hombres. Creo en la evangelización, creo en la necesidad de salir a las plazas a evangelizar, creo en la necesidad de parar a las personas y exponerles el evangelio.

Y ahora más que nunca creo que a un inconverso hay que explicarle las Escrituras como lo hizo Felipe al Etíope, texto a texto, versículo a versículo, explicarle la verdad del problema del hombre y de la grandeza de Dios.

Ya no creo en ese falso iglecrecimiento que se ha convertido en un cáncer para la iglesia de hoy. Iglecrecimiento ficticio, y que como en la figura del caballo de Troya, aflorará a su debido tiempo el cáncer desde sus entrañas; y ya lo estamos viendo en las iglesias de alrededor nuestro.


Pero Gloria a Dios por que El conoce a quienes son suyos.