El
iglecrecimiento y la ilusión de un avivamiento en este tiempo es solamente
reflejo de la ambición humana y la competencia entre los hombres, la Biblia no
da muestras ni ejemplos de grandes congregaciones luego del gran número de pentecostés
y la iglesia de los apóstoles en Jerusalén
vino la persecución y el desparramo, a lo que continuo un sistema en las casa y
ocasionalmente algún lugar mas grande pero en pequeños grupos
La teoría moderna de muchos, hoy busca el
resultado como sinónimo de bendición cosa que las escrituras no lo hacen.
Este sistema
de ganancia dicta que la forma de organizarse, las estrategias de
evangelización, el discurso que se expone, el carisma del predicador o pastor
de turno de la iglesia, sumado al trabajo en equipo es el detonante que hace
crecer una iglesia.
Falso.
Falso. Totalmente errado.
La Biblia
dice: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que iban siendo salvos”
(Hechos 2:47)
Si Jehová no
edifica la casa en vano trabajan los que la edifican.
Dios es el que
hace crecer tu iglesia (cuando esa iglesia es de Dios), y ese crecimiento no se
valora en números sino en la fe la templanza, la sabiduría, el amor, la
santidad, el conocimiento y este tipo de cosas entre sus integrantes.
Humanamente
pensamos y deseamos que el crecimiento de la iglesia sea numérico, que nuestras
iglesias estén abarrotadas de gente, que se trabaje dinámicamente, etc.
No niego que
esto sea lo deseado, pero el ideal humano en muchísimas ocasiones no es el de
Dios el esfuerzo humanista, de incluir a
cualquiera creyendo hacerle un bien a Dios y a la humanidad se puede chocar con una pared al comprobar de miembros
que creíamos santos un día nos demuestra que su conversión fue efímera solo un
buen actor, todo por ingresarlo a fuerza de trucos humanos, el afán y el
activismo sin sujeción a las escrituras, en detrimento del entendimiento de la
voluntad de Dios no aprovechará para nada, debemos tener muy en claro que quien
convierte es Dios y no nuestra inventiva, aun
enseñando el evangelio Bíblico solo dependemos de el Espíritu para que
cause el efecto deseado,
La mayor necesidad
de una congregación no es crecer en numero sino en el conocimiento de Cristo,
Hay que
entender que lo verdaderamente ideal lo construye Dios. Dios es Soberano, y
también lo es en Su iglesia. Dios es el que construye su casa. Dios es el que
salva.
Nosotros
únicamente debemos ajustarnos a la obediencia fiel a las Escrituras, se llene o
no, asi estemos solos nuestro deber es estar si queremos algún día oír estas
palabras:
Mateo 25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen
siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el
gozo de tu señor.
Una iglesia
debe ser construida en base a la Palabra, una iglesia debe estar sometida a la
Palabra. Una iglesia debe escuchar la Palabra, y sus métodos y estrategias
deben ser amoldados a la Palabra.
En realidad
la Palabra y el Espíritu Santo son los que van a hacer perfilar las estrategias
de cualquier congregación local y estas serán tan particulares de acuerdo a la
voluntad de Dios.
Por ello
hablar de un bíblico iglecrecimiento, sería hablar de cuando la iglesia está
creciendo en la fidelidad a la sana doctrina; cuando es obediente a los
principios bíblicos.
Sería hablar
de un avivamiento real que produce la Palabra en el corazón de las vidas
rendidas ante la majestad del Salvador.
Creo que ahí
es cuando podemos hablar de crecimiento.
No creo que
el iglecrecimiento se construya en torno a las estrategias humanistas robadas
al mundo como el cine el teatro las funciones de música y un desfile de eventos
que no pueden cambiar la vida de un pecador ni le estamos dando la posibilidad
de arrepentirse nunca, ya que para que permanezca no podemos cambiarle el espectáculo
dominguero no lo aceptara, por lo tanto una vez que una congregación entro en
ese declive de reemplazar la palabra de Dios por el entretenimiento jamás podrá
salir de ello, y esto ha penetrado cancerígenamente en nuestras iglesias.
Este fenómeno metodista (de métodos) lo único que hace es hacer creer a una
persona que por que esta en la iglesia que ya es “salvo”, y no se le muestra su
condición humana con la verdad de las Escrituras. Así sólo se transforman
impíos en creyentes meramente nominales. llenamos un salón de paganos
bautizados.
EL
IGLECRECIMIENTO HUMANISTA HACE REEMPLAZAR LOS DISCURSOS.
El
iglecrecimiento humanista que ha permeado el discurso evangélico hace que el
evangelismo moderno sea un discurso que se amolde al gusto del oyente, ese
discurso generará adeptos felices y satisfechos con el oír lo que les es
agradable, pero este discurso-predicación será tan ligero, que habrá cercenado
la verdad de las Escrituras.
¿Dará esto
los resultados deseados?, ¿Consentirá Dios el error doctrinal? ¿Será la Palabra
de Dios la que se exponga?
El
iglecrecimiento humanista ha entronizado su lógica psicológica motivacional que
tiene buenos resultados en adeptos pero no salva a ninguno y este discurso de
masas niega el poder y la autoridad de las escrituras preparadas por Dios para salvación,
2 Timoteo 3:16: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
EL IGLECRECIMIENTO Y EL PRAGMATISMO EN REEMPLAZO DEL PODER DE LA
PALABRA.
El
iglecrecimiento moderno que se enseña en los seminarios evangélicos, apela a un
entroniza miento del Metodismo (métodos y estrategias) y del Pragmatismo
Resultadista comercial (dicen que los resultados son el objetivo práctico de
todo proyecto evangélico).
Tristemente
se ha hecho creer a la comunidad evangélica por ignorancia que tener una
iglesia pequeña numéricamente es sinónimo de fracaso, y la poca membresía es
sinónimo de tener una iglesia obsoleta y en declive.
sinónimo de tener una iglesia obsoleta y en declive.
Desde el
nacimiento de este concepto de Iglecrecimiento se ha minado el ideario bíblico
de lo que es tener una congregación sana y sólida y relacionarla con lo
numéricamente despampanante que pueda mostrarse, donde el activismo y el show
litúrgico mediático deben primar, para que los adeptos se acerquen y
congreguen.
Esto es
parte del engaño que se profetizó que vendrían en los últimos tiempos.
El
pragmatismo resultadista ha hecho que las iglesias cambien su manera de ver el
mundo. El mundo evangélico de hoy relaciona iglesias pequeñas conceptualizándolas
como “malas o enfermas” y equivocadamente las iglesias de hoy se acercan a
vislumbrar conceptos de iglesias
“PLENAMENTE DINÁMICAS”, relacionándolas con en show evangélico, ese imaginario
se ha convertido en el ideal que toda iglesia dice creer que debe poseer,
"su" visión de como debería ser una congregación viene de lo que los
hombres consideran exitoso y no de la palabra de Dios.
Por esto, es
que muchos evangélicos catalogan fácilmente a las iglesias pequeñas, como que
“esta iglesia está muerta”, este ideal actual enfrenta serios inconvenientes a la hora de evaluar una congregacion de un pueblo pequeño en donde seran catalogados de no tener vicion por poca cantidad de miembroa. lo que lograron muchos llamados "grandes" es focalizar su esfurzo solo en las grandes ciudades donde se encuentra el poder economico concentrado en detrimento de la pequeñas, lo que evidencia que dificilmente se abocarian a la tarea en un perdido pueblo del interior.
EL
IGLECRECIMIENTO HUMANISTA ENTRONIZA LA NUMEROLOGÍA EN REEMPLAZO DEL PODER
MULTIPLICADOR DEL ESPÍRITU SANTO.
Si
observamos muchísimas iglesias de corte pentecostal, y últimamente las de corte
bautista y reformado, han sucumbido a la numerología, al poder de los números,
entre ellas, la de la iglesia y movimiento de César Castellanos, (en la página
web de www.centrorey.org descubrirá muchos de estos ejemplos).
¡Tantas
iglesias hoy están tan enfrascadas erróneamente en estrategias que exaltan los
números como son el 12, el 3, el 7, o 40, etc.!
Las
estrategias hacen mostrar que el éxito está en el número; “reúne tus 12
discípulos; tendrás éxito asegurado”; “ayuna 3 días, o 7 días, o 40 días”.
¡Dios obrará si cumples con esos días! ”. “Cuarenta días con propósito
cambiarán tu vida”; “7 pasos para ser de éxito en la vida o en el liderazgo”.
Estos y cientos de ejemplos como estos verás en torno a las iglesias que han
caído en el metodismo y pragmatismo herético. El iglecrecimento herético se
nutre de todo lo que “aporte cantidad a la iglesia”.
Avanzando
hacia la conclusión
Las
Escrituras nos enseñan, “Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el
mundo los oye. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no
es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu
de error.” (1 Juan 4:5, 6). Si observamos el contexto del autor y el mensaje
del apóstol Juan en esta carta, nos daremos cuenta que Juan es un apóstol
radical; para él, sólo hay hijos de Dios o hijos del diablo, creyentes y no
creyentes, hay Cristo y anticristos, hay vivos y muertos. ¡Aquí en este
versículo el apóstol Juan está declarando una verdad!,
El mundo no
va a escuchar un mensaje verdadero e inmaculado, no va a querer escuchar la
verdad, sólo escucha la mentira, porque no está en Dios, y la idea bíblica es
hablar el mensaje de Dios, todo el consejo de Dios, así el mundo no lo desee
oír.
Un púlpito
evangélico debe delinear todo el consejo de Dios, debe exponer las Escrituras
de principio a fin, debe trazar la verdad aunque esto espante a muchos, aunque
esto alarme a los corrompidos, porque eso es lo que Dios y su Espíritu usan,
sólo Su Palabra.
Y esto lo
haremos sabiendo el costo que vendrá a una iglesia verdaderamente sana y santa.
Esto dice también las Escrituras, “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo
suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el
mundo os aborrece” (Juan 15:19).
Una iglesia
que expone la verdad va a ser mal vista, va a ser aborrecida, va a ser
catalogada de intolerante. Porque sencillamente dice la verdad.
Los
crecimientos que vemos hoy en las iglesias, muchos de ellos, casi me atrevería
a asegurar que un 90% de esos crecimientos son ficción evangélica, falsos, son
cáscara, son producto de la manipulación, producto de las estrategias traídas
del mundo de la mercadotecnia, con luces efectos especiales y buen sonido.
Les doy un
ejemplo erróneo y herético de este sistema de iglecrecimiento anticristo.
Analicemos
esta frase dada por el Sr. Rick Warren.... “Es mi profunda convicción de que
cualquiera puede ser ganado para Cristo, si usted descubre la clave de su
corazón. . . Puede tomar algún tiempo identificarlo. Pero el lugar más probable
para comenzar es con las necesidades de la persona.” (Escrito en su famoso y
herético libro “Una Vida con Propósito”)
Este hombre
Rick Warren dice que eso puede tardar pero que debemos avanzar y comenzar por
descubrir las necesidades de las personas.
¡Esta es una estrategia NO bíblica! El atender las supuestas necesidades
de las personas, no nos harán ganar personas para Cristo, todas tiene necesidad
de salvación.
Pero por
esta sencilla razón muchas iglesias han tenido el “éxito” de ver sus
congregaciones llenas, pero llenas de personas que nunca han nacido de nuevo,
sólo son meros feligreses, profesantes sedientos que les suplan sus
"necesidades".
Muchas de
esas estrategias han hecho - doy un ejemplo - ya que la necesidad del joven es
la música, que se nutran y diviertan en los “conciertos espirituales” donde
invitan al salmista de “éxito” de turno y cero palabra de Dios.
Este es el
típico crecimiento de Rick Warren, apuntar a la “necesidad humana”, “pan y circo”
como en el imperio romano.
Dios
respalda Su Palabra cuando es expuesta en honestidad. y sólo Dios puede hacer
nacer de nuevo a los hombres. Creo en la evangelización, creo en la necesidad
de salir a las plazas a evangelizar, creo en la necesidad de parar a las
personas y exponerles el evangelio.
Y ahora más
que nunca creo que a un inconverso hay que explicarle las Escrituras como lo
hizo Felipe al Etíope, texto a texto, versículo a versículo, explicarle la
verdad del problema del hombre y de la grandeza de Dios.
Ya no creo
en ese falso iglecrecimiento que se ha convertido en un cáncer para la iglesia
de hoy. Iglecrecimiento ficticio, y que como en la figura del caballo de Troya,
aflorará a su debido tiempo el cáncer desde sus entrañas; y ya lo estamos
viendo en las iglesias de alrededor nuestro.
Pero Gloria
a Dios por que El conoce a quienes son suyos.
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